Durante el primer semestre de 2015, la economía mexicana observó una mejoría respecto al mismo periodo del año anterior; aunado a esto y de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de enero a mayo el crecimiento de la actividad económica del país –medida a través del Índice Global de Actividad Económica (IGAE)– avanzó a un tasa anual de 2.5%, superior al 1.7% que reportó el mismo periodo de 2014. Sin embargo, en relación con las expectativas de crecimiento que se tenían a principios del año su desempeño es limitado.
Cabe recordar que las primeras encuestas de expectativas, indicaban que México tendría una expansión del 3.5%, pero mes con mes se ha ido perdiendo el optimismo, lo cual se refleja en los recortes a la baja sobre las proyecciones de crecimiento.
De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que elabora mensualmente el Banco de México (Banxico), en el documento presentado a inicios de julio, la previsión de crecimiento para todo el año se ubicó en 2.6%, mientras que para 2016 se estableció en 3.2 por ciento. Ambas expectativas contrastan con el 3.5 y 4.0% que se tuvo en la última encuesta de 2014, para cada año.
De esta manera, el crecimiento que observó la economía mexicana durante los cuatro primeros meses del año, se alinean a las perspectivas que se tienen hoy en día para todo 2015.
Jonathan Heath, vicepresidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), explicó que el primer trimestre del año mostró una tasa de expansión relativamente débil, en donde el consenso de la encuesta elaborada por el IMEF en junio, sobre el pronóstico de crecimiento del PIB para 2015, se redujo marginalmente de 2.8 a 2.7 por ciento.
“Si bien los pronósticos del IMEF se han ido reduciendo a lo largo del año y apuntan a que el crecimiento del PIB en 2015 será moderado, se espera que en 2016 las reformas estructurales comiencen a mostrar el anhelado impacto positivo sobre la economía y el PIB crezca 3.5%”, expresó Heat.
Habrá mejoría
Por su parte, el grupo de analistas de Banorte-Ixe, señaló: “Continuamos esperando un mejor desempeño de la economía mexicana para los próximos meses”. Asimismo, indicaron que a pesar del moderado avance que ha registrado la economía mexicana durante los primeros cuatro meses del año, continúan pensando que la dinámica de crecimiento de la actividad económica será más favorable en los próximos meses. En particular, es probable que el sector manufacturero continúe registrando un mejor desempeño derivado de la mayor dinámica de crecimiento que ha presentado tanto el consumo privado, como la producción manufacturera en Estados Unidos, además de la fuerte depreciación que aún mantiene la divisa mexicana.
Los analistas también esperan que el gasto interno continúe en recuperación debido a los siguientes factores:
- El mejor desempeño que ha presentado el sector manufacturero, el cual se verá reflejado en un mayor dinamismo de servicios como el comercio y el transporte.
- La mejor dinámica de crecimiento que ha exhibido el mercado laboral mexicano.
- La trayectoria descendente que mantendrá la inflación durante 2015.
- La recuperación que han registrado las ventas minoristas, la cual se ha reflejado en un mejor desempeño de los reportes de ventas publicados tanto por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) como por el Inegi.
Por su parte, analistas de Invex Grupo Financiero acotaron que la actividad económica mantiene un buen desempeño, aunque la velocidad continúa siendo moderada: “Consideramos que la tracción de la economía americana mantendrá la fortaleza del sector manufacturero mexicano, en especial el sector automotriz, y que la inversión en construcción seguirá con la tendencia positiva. No obstante, la reducción en la plataforma de producción petrolera frenará parcialmente la actividad en el sector industrial. En cuanto a la demanda interna, observamos un mejor dinamismo a juzgar por el mejor desempeño del mercado laboral y las ventas minoristas”.
Para el grupo de expertos de BBVA Research, si bien hacia delante se espera un mayor dinamismo de la actividad económica con respecto al ciclo 2013-2014 (1.8% en promedio), revisaron a la baja la previsión de crecimiento para 2015 quedando de 3.5% en 2.5 por ciento. El motor principal del crecimiento seguirá siendo el impulso de la demanda externa por el mayor ritmo de aumento de la actividad económica de Estados Unidos.
En esta revisión a la baja en la previsión de crecimiento influyeron tres factores:
- La tendencia decreciente de la producción de petróleo,
- las exportaciones manufactureras con un menor dinamismo al esperado, debido a la relativa debilidad del sector manufacturero de Estados Unidos (a pesar de la depreciación del peso),
- y un consumo e inversión públicos que presentan una contribución al crecimiento más baja de lo esperado.
Esto último debido, en parte, a la demora o reprogramación de diversos proyectos de infraestructura, así como por la reducción del gasto público esperada para el segundo semestre de 2015 a fin de cumplir con el recorte presupuestario anunciado (0.7% del PIB). Se estima que estos factores, poco propicios para el crecimiento, seguirán presentes en 2016 con lo que el crecimiento del PIB en ese año se situaría en torno a 2.7% anual.
Carlos Serrano, economista en jefe de de BBVA Bancomer, expresó que la economía mexicana debería mostrar una recuperación gradual (hay señales de ello). Tanto los índices de confianza de productores y consumidores, como los de empleo y consumo, arrojan cifras alentadoras desde el segundo trimestre. Además, la economía estadounidense, con la que México tiene un alto grado de correlación, está en recuperación.
“La economía mexicana mostrará una mejor dinámica de crecimiento este año y el próximo, impulsada fundamentalmente por el sector exportador, que a su vez se beneficiará de la mayor fortaleza de la economía de Estados Unidos. Sin embargo, para realmente poder alcanzar mayores tasas de crecimiento potencial, el gobierno deberá centrar sus esfuerzos en lograr una adecuada implementación de las reformas estructurales aprobadas en 2013. En BBVA Research estimamos que se puede crecer un punto porcentual más como resultado de éstas”, afirmó Serrano.
Variables de riesgo
Al hacer la balanza del primer semestre del año, a los analistas del sector privado les preocupan diversas variables que pueden obstaculizar el crecimiento económico de México, entre las cuales el tema de inseguridad es la número uno.
De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banxico, las cuatro variables que más inquietan a los analistas en orden de importancia son:
- Problemas de inseguridad pública.
- Plataforma de producción petrolera.
- Debilidad del mercado externo y la economía mundial.
- Inestabilidad financiera internacional.
El cuarto elemento, en particular, al inicio del segundo semestre seguramente incrementó su relevancia, toda vez que debido a la agudización del problema de Grecia, la paridad del peso frente al dólar aumentó su volatilidad y superó la banda de los 16 pesos por dólar en las operaciones al menudeo.
La presión ejercida a lo largo del año sobre el tipo de cambio no obedece a factores internos, sino a la volatilidad financiera internacional, derivada, primero, de la posibilidad de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) incremente su tasa de interés y, en segundo lugar, de la incertidumbre sobre el futuro de Europa, derivado de la posible salida de Grecia de la zona euro.
Analistas de Santander consideran que la volatilidad en los mercados financieros internacionales podría incrementarse y con ello, en el caso del peso, observar una mayor debilidad. “Recordemos que el peso es de las pocas monedas líquidas en el mundo, lo que nos hace sensibles a factores externos”, mencionaron los especialistas.
La fluctuación del peso frente al dólar ha absorbido, casi exclusivamente, las noticias negativas en el entorno externo, relacionadas a las expectativas de la FED y el impasse en Grecia. En contraste, no ha reaccionado a eventos positivos como el repunte de casi 30% en los precios internacionales del petróleo. Por la volatilidad observada es difícil que los analistas pronostiquen los niveles máximos que puede alcanzar el peso frete al dólar. Aunque si hay coincidencia en que no descartan ver niveles superiores a 16 pesos por dólar; pero, de la misma manera, una vez transcurrida esta etapa de volatilidad el peso recuperará terreno respecto al dólar.
Los expertos de Banorte-Ixe opinaron que los fuertes fundamentales de la economía mexicana (niveles razonables de deuda y finanzas públicas sanas, políticas fiscal y monetaria responsables, tipo de cambio flexible y un sistema financiero sano), no son consistentes con el reciente comportamiento errático de la moneda. Sobre todo considerando la amplia gama de reformas aprobadas, mismas que se encuentran en proceso de ejecución, una característica positiva respecto a otros países emergentes.
Esto quizá explica por qué para los analistas encuestados por el Banxico, la expectativa para el tipo de cambio interbancario se ubica en 15.26 pesos por dólar para el cierre de año (15.08 pesos por dólar el pronóstico de un mes previo), nivel inferior al observado en el mercado al cierre de la presente edición.
Texto:Eunice Martínez
Foto: imptmex, isecp, zona 3, gp,entorno fiscal, notimex