Las tendencias que definen a la temporada alta del verano son la volatilidad económica y geopolítica, una mayor demanda de asistencias y seguros de viaje que brinden apoyo y tranquilidad a los turistas, así como un perfil de viajero mucho más exigente con la calidad de los servicios.
Lo anterior denota un viajero mucho más cauto y precavido tras las lecciones que dejó la pandemia. En este sentido, a nivel internacional, la intención de compra de esquemas de protección de viaje se duplicó en años recientes, transitando de 21% en 2019 al 55% en 2022.
El aumento en los viajes de placer ha coincidido con una alta inflación, especialmente para el transporte, la comida y el entretenimiento. Además, los rápidos avances en tecnología e Inteligencia Artificial ocurren cuando los clientes ponen más énfasis en el soporte uno a uno durante los momentos críticos.
A este panorama se suman también temas como el cambio climático, la escasez de mano de obra en el sector de los viajes y la volatilidad geopolítica, explicaron especialistas en la Cumbre Global de Viajes de Allianz Partners 2023, titulada Uncharted, en París.
En este sentido, entre las claves para enriquecer la atención al cliente dentro del sector turístico, las empresas habrán de considerar la calidez humana al tiempo que se aprovecha el desarrollo tecnológico y el compromiso con la sostenibilidad, indicó Allianz Travel en un comunicado.
Cabe decir que una asistencia de viaje ayuda a las personas en caso de pérdida de documentos, extravío de equipaje, cancelación de vuelo, interrupción de viaje, enfermedades y malestares comunes, pandemias, repatriación de restos e incluso con asesoría turística con información de interés sobre el destino a visitar.