Con la apertura de la exposición Universo Miró, que estará abierta desde 8 de octubre al 12 de diciembre el Centro Cultural España (CCE) la Ciudad de México tendrá la oportunidad de contemplar l obra de unos de los pintores más representativos de España.
Dice la historia que Joan Miró deseaba construir un taller de enormes magnitudes donde pudiera fluir su creatividad. Y su sueño lo logró en 1956 con el dinero de un importante premio en Estados Unidos.
Y justo la exposición retrata esos días en el taller, gracias al testimonio fotográfico de Joaquim Gomis, en una serie de fotografías que junto a cuatro cuadros y una escultura del pintor forman parte de la exposición Universo Miró, que se presenta en colaboración con las Fundaciones Joan Miró y Abertis.
Marko Daniel, director de la Fundación Miró, Elena Salgado, presidenta de Abertis, así como de Juan López-Doriga, Embajador de España en México y de David Ruíz, director del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dieron la apertura a la exposición que destaca el universo creativo de la última etapa del pintor, escultor, grabador y ceramista.
Posterior a recorrer las ciudades de Roma, Berlín, Dublín, Bruselas y París, Universo Miró llega por primera vez a la Ciudad de México para adentrar al público al proceso creativo y personal de uno de los artistas más importantes del siglo XX.
La exposición es una invitación para reflexionar, mediante una exploración de su lenguaje de signos, sus últimas pinturas y esculturas acompañadas de varios retratos de Gomis, fotógrafo y coleccionista amigo del artista y primer presidente de la fundación.
La exposición se abrirá hoy al público y estará disponible de martes a sábados, de 12:00 a 18:00 horas, en el quinto piso del Centro Cultural España, ubicado en República de Guatemala 18, Centro Histórico.
“La pintura de Miró tiende a la abstracción; sin embargo, en las formas fantásticas multicolores yuxtapuestas entre sí, casi siempre queda un rastro de realidad: un ojo, una mano, la luna”, apunta sobre l obra del pintor, el director científico de la Fundación Magnani Rocca, Stefano Roffi.