Los ofertantes se ven beneficiados por los esquemas de renta, pues les representa un ingreso extra sin necesidad de una fuerte inversión. Existen diferentes plataformas en internet donde se puede registrar el hogar y empezar a ganar dinero, convirtiendo tu casa entera o ese cuarto extra en un gran negocio.
Helvex elaboró un análisis donde destaca que para hacerlo de forma exitosa, se deben tomar en cuenta ciertos elementos que pueden hacer la diferencia al momento en que un turista elige el lugar de su próxima estadía. A continuación los reproducimos:
Instalaciones: Deben estar en las mejores condiciones posibles para evitar cualquier problema que afecte de forma negativa la experiencia del huésped, como una fuga en las tuberías o muebles, pisos y paredes muy desgastadas o descuidadas. Es recomendable que antes de ofertar los espacios, se haga una inspección para ver qué elementos del hogar necesitan mantenimiento o reparación.
Limpieza: Es tal vez el elemento más importante a la hora de elegir o calificar una vivienda. No hay nada más agradable para los huéspedes que llegar a un lugar completamente pulcro en todos aspectos: sábanas, toallas, recámaras, áreas comunes y principalmente baños y regaderas. Se recomienda evaluar los muebles sanitarios y grifería para verificar que estén libres de sarro y suciedad; si éstos ya son muy anticuados, es recomendable cambiarlos por nuevos modelos en el mercado, sobre todo por aquellos que además de estética ofrecen tecnología para el ahorro de agua.
Privacidad: Al ofertar el hogar para hospedaje, se debe tener bien claro que se está prestando un servicio y cobrando por ello, por lo cual los límites de privacidad deben ser estrictamente respetados. Ya sea que sólo se rente una habitación o la casa entera, siempre que haya un huésped se debe respetar su espacio e intimidad.
Seguridad: Se debe garantizar que dentro de la casa ningún elemento represente un peligro para el huésped, como una fuga de gas o pisos resbalosos en el baño, mientras que afuera todo debe estar impecable. Por ejemplo, si existe algún desperfecto externo como cables sueltos por la calle, además de dar una mala impresión puede dañar no sólo a los huéspedes sino a las personas que transiten por ahí.
Ubicación: No se puede cambiar la ubicación de la casa, pero sí se puede aprender a “venderla”. Si se vive cerca de los grandes atractivos turísticos de la ciudad, hay que resaltarlo; y si no, entonces destacar los elementos principales como facilidades de transporte que hay cerca o las “joyas escondidas” en la colonia a las que un turista normalmente no suele llegar sin la recomendación de un habitante local.