De forma general, la contratación de oficinas en Europa sigue débil, y diversas consultoras refieren que pocas ciudades han remontado sus cifras en un periodo de cinco años, frente a la caída general de 14% en el alquiler general en el continente de enero a marzo pasados.
A la poca contratación se suma que una gran parte de las existencias de las oficinas ya no son aptas o calificadas para ser ocupadas, especialmente en áreas fuera de los Central Business District (CBD), de acuerdo con un informe reciente de Savills.
La consultora recuerda que “esto demuestra la necesidad de invertir en espacios de oficinas nuevos y remodelados donde la competencia por existencias de calidad seguirá siendo alta, ya que los ocupantes descartan cada vez más la oferta en zonas secundarias”.
Por ejemplo, la contratación de oficinas en Oslo y Praga fue de 50 y 19%, respectivamente, en comparación con el promedio de los últimos cinco años, colocándose entre las pocas capitales que remontaron; en Dublín la caída fue de 62%, en Bucarest de 57% y en Lisboa de 55 por ciento.
El desplome de la contratación en Lisboa responde en gran medida a la falta de stock disponible, ya que en 2022 el mercado tuvo un récord de 272,000 metros cuadrados, pero ahora enfrenta el desafío de no tener suficientes oficinas de calidad.
Respecto a la incorporación de nueva oferta, se estima que se incorporen 4.6 millones de metros cuadrados de espacio de oficinas que se entregarán en este mismo año, lo que levantará la contratación de oficinas clase A, espacios que los inquilinos siguen prefiriendo y no desean dejar.