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Establecer un control de precios para la canasta básica de alimentos sólo generará escasez, monopolios y mercado negro, alertó el presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Vicente Yáñez Solloa
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Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- Establecer un control de precios para la canasta básica de alimentos sólo generará escasez, monopolios y mercado negro, alertó el presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Vicente Yáñez Solloa. En entrevista reprobó la propuesta de dirigentes de sindicatos y políticos de fijar topes a los precios de los alimentos, al asegurar que al país le fue peor en las épocas en que el gobierno mantenía controles de precios. "La mejora real en el poder adquisitivo y del nivel de vida de la población no se da en el esquema de economía cerrada y de control de precios, sino de economía abierta. Nos fue peor como país, como consumidores y empleados cuando el gobierno se puso a controlar precios". Lo recomendable, agregó, que no sólo en México, sino en cualquier parte del mundo no se fijen precios, "porque sólo se generan ineficiencias y monopolios". Yáñez Solloa dijo que el primer fenómeno que ocurre al congelarse los precios es la escasez. Si el precio no es lo suficientemente atractivo para el fabricante o para el comerciante, los productos se dejan de vender, explicó. "No hay nada más caro que lo que no se encuentra. El fenómeno que se da es escasez, mercado negro, consumidor mal servido, ahí todos pierden. Suena muy bonito (hablar de controles en un año electoral), pero en la práctica no sirve". El presidente Ejecutivo de la ANTAD subrayó que instituciones como El Colegio de México y la UNAM han comparado las desventajas de las economías centralmente planificadas frente a las abiertas en donde la población, en general, es la que termina pagando los subsidios cuando se fijan precios. Por otra parte, ante la actual situación económica afirmó que entre los consumidores prevalece la cautela y prefieren gastar en básicos como abarrotes, perecederos, productos para el cuidado personal e higiene, mientras que las ventas en enseres mayores, línea blanca y electrónica han caído. Añadió que las crisis de confianza van aparejadas de una reducción de la actividad económica y de las ventas, "pero por otro lado tenemos la maravilla de la competencia, la cual trata de generar incentivos para que el consumidor vaya a las tiendas, beneficiándose con más ofertas y mejores precios que en una época normal".