|  

El empresario de bienes raíces falleció a causa de “complicaciones de una enfermedad reciente”, informó Equity Group Investments.

2 No me gusta0

 

Sam Zell, el magnate inmobiliario conocido como el bailarín de la tumba por su fama de rehabilitar o rescatar propiedades moribundas, murió este jueves a los 81 años de edad a causa de “complicaciones de una enfermedad reciente”, informó Equity Group Investments, una empresa que fundó en 1968.

Zell empezó su trayectoria en el mundo inmobiliario cuando era estudiante universitario administrando edificios y décadas después ya había acumulado una fortuna estimada en 3,800 millones de dólares (mdd).

El magnate del mundo inmobiliario nació en Highland Park, Illinois, el 28 de septiembre de 1941, cuatro meses después de que sus padres inmigrantes llegaran a Estados Unidos; huyeron de Polonia antes de la invasión nazi.

 

“Sam Zell fue un emprendedor visionario hecho a sí mismo. Lanzó y desarrolló cientos de empresas durante su carrera de más de 60 años y creó innumerables puestos de trabajo. Aunque sus inversiones abarcaron industrias en todo el mundo, fue más ampliamente reconocido por su papel fundamental en la creación del moderno fideicomiso de inversión en bienes raíces, que hoy es una industria de más de 4 billones de dólares”, destacó en un comunicado Equity Group Investments.

 

Una de las grandes operaciones de Zell fue la venta de Equity Office, la empresa de torres de oficinas que construyó durante tres décadas, a Blackstone Group por 39,000 mdd en 2007. Fue la transacción de capital privado más grande de la historia y obtuvo personalmente 1,000 mdd.

A Zell le sobreviven su esposa Helen; su hermana Julie Baskes, el esposo de ella, Roger Baskes; su hermana Leah Zell; sus tres hijos, Kellie Zell, Matthew Zell y JoAnn Zell; y sus nueve nietos.

 

/CCon información de AP/