|  

En el día Mundial del Medio Ambiente, otro de los temas relevantes es conocer, dentro del sector inmobiliario, los síntomas del llamado “edificio enfermo”.

2 No me gusta1

Desde la década de los años 70, se empezaron a publicar estudios que hacían referencia a personas que trabajaban en edificios de oficinas quienes presentaban dolores de cabeza recurrentes, irritación de mucosas y sensación de fatiga.

Ya para los años 80, se detectó que el problema era más frecuente en edificios herméticos o cerrados. Más tarde estos casos se etiquetaron como casos de Síndrome Del Edificio Enfermo (SEE). La incidencia real de este síndrome es desconocida aunque la OMS estima que afecta al 30% de los edificios modernos causando molestias a entre el 10 y el 30% de sus ocupantes.

Si tomamos en cuenta que 90% de nuestro tiempo lo pasamos en espacios cerrados, el tema es trascendental. Según datos también de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada hora mueren 800 personas por la mala calidad del aire.

Si además, sumamos a lo anterior que la pandemia nos metió más a espacios cerrados, la situación se vuelve de más trascendencia.

Entre las características que destacan de un edificio enfermo están:

  • Sus ocupantes frecuentemente padecen de enfermedades respiratorias.
  • Se presentan alergias en ciertos espacios entre el personal.
  • Hay incomodidad térmica (o está demasiado caliente o demasiado frío), ante lo cual se usan ventiladores o calentadores, que aumentan el gasto de energía, además
  • Se presentan molestias oculares.
  • Dolor de garganta constante.
  • Los ocupantes presentan somnolencia o fatiga mental

Lo anterior provoca ausentismo laboral, baja productividad y focos de infección frecuentes entre el personal. Otros síntomas relacionados son bronquitis frecuentes, asma, discapacidad pulmonar, envejecimiento prematuro o hasta cáncer.

¿Y los síntomas de edificios?

  • Son edificaciones herméticas o cerradas.
  • Sistema de ventilación inexistente o insuficiente con poco aire fresco.
  • Mala distribución del aire o zonas sin ventilación.
  • Sistema de ventilación forzada común a todo el edificio o a grandes áreas de éste, en los que se produce recirculación parcial del aire. Es especialmente peligroso si las tomas de renovación del aire están situadas en lugares inadecuados.
  • Unidades de tratamiento de aire y recuperadores de calor de baja calidad.
  • Incorrecto filtrado del aire.
  • Construcción con materiales de baja calidad.
  • Suelos, paredes y elementos con recubrimiento textil.
  • Sistema de climatización ineficaz o de poca precisión que dificulta el control zonal de temperatura.
  • Diferencias de presión entre espacios, originando corrientes de aire y cambios en las condiciones termohigrométricas.
  • Ubicación de los edificios en zonas con elevada contaminación.
  • Según más del 30% de los edificios nuevos y remodelados a nivel mundial, podrían estar sufriendo este síndrome sin saberlo. ¿y tú como sientes tus instalaciones laborales?

Fuentes: www.unenviroment.org , www.who.int Revitaliza Consultores, SUME (Sustentabilidad para México) y solerpalau.com