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A través de un diálogo entre expertos del desarrollo inmobiliario para discutir las tendencias del mercado, desarrollo urbano y producción de vivienda, se destacó que se deben considerar a las personas en primer lugar y el bienestar a través de una transformación de los sitios para urbanizar y construir.

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De acuerdo al Instituto de Investigaciones Sociales de México, en México existen 11 tipos de familias 27.2% de ellas están integradas por papá, mamá y niños; 15.9% por mamá sola con hijos, 13.5% las conformadas por papá, mamá y jóvenes; por lo que las necesidades inmobiliarias cambiarán notablemente a futuro.

“Cuando nos referimos a desarrollo urbano y vivienda sostenible, debemos entenderlo como un sistema de solución integrado que atiende distintas dimensiones de la persona, y no exclusivamente como una lista de verificación de características físicas”, señaló Ana Paula Fernández, experta en desarrollo sostenible.

Tan solo en la CDMX, se necesitan al año 60,000 hogares al año, sin embargo, apenas se construyen 15,000, por lo que se debe reducir el déficit; y aunque hay desarrolladores que construyen vivienda que oscila entre los 800,000 y 1,600,000 de pesos, también se debe realizar vivienda a precios asequibles con mayores técnicas sostenibles.

Durante el evento se mencionó que es necesario adoptar un modelo de desarrollo regenerativo, el cual ya se está implementando en la CDMX con el que en el último año, ha beneficiado a más de 21,000 personas a través de 10 delegaciones de la CDMX. “Con este modelo, se logra establecer un compromiso con los vecinos, en el que tengan seguridad de que donde se desarrolle, habrá un cambio positivo que permita mejorar la calidad de vida del entorno”, destacó por su parte José Shabot Cherem, director general de Quiero Casa.

Dijo que la capital enfrenta un problema de escasez de agua, la cual es una de las principales preocupaciones de las comunidades en las que hoy se desarrolla vivienda, por lo que ya se exploran e implementan modalidades para la reutilización de agua jabonosa, con lo que se podría reducir su consumo hasta en 60%, así como la inclusión de paneles solares para reducir el gasto en electricidad, entre otras estrategias.