La relación entre ingresos y precio del metro cuadrado en diversas ciudades de Sudamérica, para comprar un departamento de 50 metros cuadrados (m2) con un ahorro del 20%, mostró que en Buenos Aires se llevarían 22.8 años para adquirirla; en la CDMX, 23.35 años; mientras que en ciudades como Lima se llevaría 28.2 años; en Santiago de Chile, 31.14 años; en Sao Paolo, 34.7 años; en Montevideo, 43.05 años y en Río de Janeiro, 47.98 años.
El estudio, que realizó el portal Properati, muestra la accesibilidad para adquirir vivienda comparando el salario medio en cada una de las ciudades contra el costo del metro cuadrado de un barrio característico de clase media. Por ejemplo, en la colonia Narvarte, en la delegación Benito Juárez, en la Ciudad de México, el salario promedio es de aproximadamente 12,662.56 pesos, que cubre 45% del valor de un metro cuadrado de un departamento, que se ubicó en un precio cercano a 26,750 pesos.
En contraparte, la CDMX es una de las ciudades con menor proporción en dueños de vivienda propia, como se desprende del análisis que el portal realizó hace unos meses sobre los censos nacionales y que abarcó todas las ciudades de Sudamérica.
El análisis mostró que en La Paz, Bolivia; el porcentaje de dueños es de 74%; Santiago de Chile, 71%; Sao Paolo, 69%; Lima, en Perú, 66%; Montevideo, 66%; Buenos Aires, 62%; CDMX, 52%; Bogotá, 49%; y finalmente Quito, en Ecuador, con 47 por ciento.
“Este desfase puede explicarse en parte por el acceso a los créditos hipotecarios, que en México representan el 11% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en Chile llega a 18%. Por eso si bien la CDMX rankea bien en la relación salarios/precios, no presenta tasas tan altas de dueños de sus viviendas”, afirmó Manuel Mondragón, Country Manager del portal.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Educación Financiera 2015, elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) e INEGI, 15% de los solicitantes de un crédito fueron rechazados por presentar un mal historial crediticio. “Además, los bajos niveles de cultura financiera provocan la falta de planeación de las familias mexicanas para convertirse en dueños de su vivienda, lo cual impacta negativamente en su calidad de vida”, dijo Mondragón.