Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- El sector privado afirmó que de cumplir Petróleos Mexicanos (Pemex) con el mandato de la reforma energética para dar prioridad a las empresas nacionales en las licitaciones, se inyectará a las industrias del país 150 mil millones de pesos tan sólo con la construcción de la refinería en Tula. "Estaríamos inyectando alrededor de 150 mil millones de pesos, que es 30% de toda la inversión en infraestructura de todo 2008", destacó el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Humberto Armenta González. A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Miguel Marón Manzur, dijo que además de pedir un mayor contenido nacional en las compras que realiza Pemex, también se planteó que en la licitación de la refinería en Hidalgo se dé preferencia a la empresa nacional "en la medida de lo posible". "Pemex es un gran comprador en este país. Se debe incluir un porcentaje de pequeñas y medianas empresas (Pymes) dentro de proveedurías, necesitamos que haya un programa de desarrollo de proveeduría". Consultados por separado, los industriales informaron que siguen pugnando porque los contratos grandes de la refinería queden en manos de los mexicanos, a fin de que el programa de contenido nacional que gestiona Pemex "por mandato de la reforma energética" pueda crecer "en terreno fértil". Sin embargo, el presidente de la CMIC advirtió que si los contratos de la refinería "caen en manos de empresas extranjeras, sería muy difícil lograr el éxito de todo este esfuerzo" de inclusión de contenido nacional. Armenta González indicó no es medible ese contenido nacional que han tenido las compras de la paraestatal porque no se ha desarrollado un programa de fomento a la planta productiva nacional y de contenido nacional. Lo que se pretende ahora, agregó, es poder medirlo y establecer mínimos "para de ahí desarrollarlos e irlos incrementando gradualmente". Aclaró que más que hablar de un mínimo de contenido nacional en la proveeduría de Pemex, se pugna porque los grandes contratos ligados a la refinería de Tula sean asignados a empresas o consorcios liderados por mexicanos "y entonces, a partir de ahí, poder colgar a esos contratistas todo el resto de la productiva de la cadena de valor de una manera ordenada".