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La CMIC propone una política económica basada en infraestructura para reactivar el crecimiento, generar empleo y fortalecer el bienestar social.

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En un contexto económico que exige medidas firmes y sostenidas para impulsar el crecimiento de México, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) presentó su propuesta “Aceleración Económica: Propuestas de Política Expansionista para el Bienestar desde el Sector Construcción”.

 

Para Luis Méndez Jaled, presidente de la CMIC, la industria de la construcción se posiciona nuevamente como eje central para detonar el desarrollo económico nacional en el sexenio, respaldando la visión de la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien ha destacado la infraestructura como palanca clave del bienestar y la transformación.

 

 

Méndez Jaled, subrayó que la inversión en infraestructura ha sido históricamente una fórmula comprobada para salir de crisis y consolidar crecimiento, como lo demuestran ejemplos emblemáticos: El “New Deal” en Estados Unidos (1959), la reconstrucción surcoreana tras la guerra (1950-1953) y el milagro económico de Singapur (1965). En todos los casos, la construcción masiva fue el punto de partida.

La construcción como termómetro económico

En la presentación del documento “Aceleración Económica: Propuestas de Política Expansionista para el Bienestar desde el Sector Construcción”, Méndez Jaled, comentó que más allá de su peso específico (6.9% del PIB y más de 4.6 millones de empleos en 2025), la construcción es un indicador adelantado del ciclo económico, pues sus variaciones preceden a las fases de expansión o contracción del PIB. Es un sector altamente sensible a la confianza empresarial y a la inversión, por lo que su dinamismo suele anticipar repuntes productivos más amplios. “Antes de producir, primero se construye”, enfatiza el documento.

Pese a que el crecimiento económico durante el primer semestre de 2025 fue de apenas 0.9%, la CMIC identifica signos positivos de recuperación. Sin embargo, alerta que las variables de la economía real –como la actividad industrial, las ventas minoristas y la ocupación formal– aún presentan debilidad.

Se propone en el documento convertir el Plan México, presentado en enero de 2025, en una verdadera política expansionista, capaz de movilizar inversión pública y privada de manera inmediata. Este plan establece metas ambiciosas: Elevar la inversión al 25% del PIB (y hasta 28% en 2030), garantizar que el 50% del consumo sea “Hecho en México”, reducir los tiempos de concreción de inversiones a un año, y capacitar a 150,000 técnicos y profesionistas anualmente.

 

 

 

 

Dentro de las acciones estratégicas del Plan México, cuatro se orientan directamente al desarrollo de infraestructura: Aceleración de obra pública, creación de polos de bienestar, impulso a la vivienda y generación de portafolios de inversión en proyectos estratégicos.

 

Propuestas concretas: Una agenda para construir

La CMIC articula sus propuestas en cinco ejes principales:

  1. Fortalecimiento de la cadena de valor, mediante reglas claras de contratación con contenido nacional obligatorio, financiamiento productivo y desarrollo regional.
  2. Creación del Instituto de Planeación de la Construcción, un organismo autónomo que garantice la continuidad y viabilidad de los proyectos públicos.
  3. Impulso al financiamiento comercial, con incentivos regulatorios y fiscales que dupliquen el crédito para vivienda y obra pública hacia 2030.
  4. Ejecución de anteproyectos listos, que representan más de 1.3 billones de pesos en inversión potencial inmediata.
  5. Políticas públicas expansivas, que incluyan estímulos fiscales, capacitación, apoyo a MiPymes y marcos normativos para promover la inversión.

Como colofón, la CMIC plantea la creación de un Fondo para la Construcción (FC-2026), que permita reactivar obras listas para ejecutarse con alta capacidad de absorción de mano de obra.

 

Por último, Luis Méndez dejó claro que la infraestructura no es un fin en sí mismo, sino el medio para construir bienestar, empleo y cohesión social. “En 2026, el verdadero impulso dependerá de la visión, la coordinación y la voluntad de quienes construyen el futuro del país”.