La escasez de agua potable es un desafío crítico en México y el mundo. En ciudades como la Ciudad de México, más del 40% del agua tratada se pierde debido a una infraestructura obsoleta, y la sobreexplotación de acuíferos agrava la situación.
- Innovación tecnológica
La implementación de tecnologías avanzadas, como sensores inteligentes y sistemas de purificación, permite gestionar el agua de manera más eficiente. Estas herramientas no solo reducen desperdicios, sino que también optimizan los costos operativos al monitorear y controlar el consumo de agua en tiempo real.
- Economía circular
Adoptar prácticas de tratamiento y reutilización del agua residual y pluvial disminuye la dependencia de fuentes externas. La construcción de infraestructura para la captación de agua de lluvia es especialmente relevante en regiones con estrés hídrico elevado. Estas acciones no solo benefician al medio ambiente, sino que también aumentan la sostenibilidad de los proyectos.
- Colaboración multisectorial
Ejemplo a seguir
Empresas como Grupo Helvex están marcando la pauta al integrar la sostenibilidad en sus operaciones. Desde su icónica llave economizadora, que ahorra hasta un 70% de agua, hasta la tecnología TDS2 en mingitorios secos, han contribuido al ahorro de miles de millones de litros de agua. Además, su enfoque en productos verdes evita el desperdicio de 160 mil litros de agua anualmente.
Un llamado a la acción
La crisis hídrica no solo representa un reto, sino también una oportunidad para que la industria se convierta en un agente de cambio. Adoptar tecnologías innovadoras, promover la economía circular y fomentar la colaboración son pasos esenciales para garantizar un futuro sostenible y resiliente.