Los ferrocarriles están llamados a tener un papel clave en la transición climática de Argentina, principalmente debido a sus menores emisiones para el traslado de carga en comparación con el transporte en camiones por carretera.
Un gran punto a favor si se considera que trasladar la carga desde la vía fluvial en camiones hasta los principales puertos de la provincia de Buenos Aires generó costos logísticos adicionales por 500 millones de dólares el año pasado.
Y transportes como los vehículos eléctricos, aún están en sus primeras etapas de desarrollo para ser utilizados a gran escala y reemplacen a los camiones para el transporte de carga, dijo Rodrigo Rodríguez, exsecretario de cambio climático, desarrollo sostenible e innovación del Ministerio de Ambiente.
Por su parte, Diana Bordón, gerente de medio ambiente de la agencia Trenes Argentinos Infraestructura, señaló que el enfoque actual es rehabilitar la red ferroviaria existente, que en se extendía sobre 47 mil kilómetros, pero ahora se ha reducido a solo 17 mil 965 kilómetros de líneas operativas.
En un evento, añadió que existen proyectos para instalar nuevos tramos de vía cerca del Puerto de Rosario, en la provincia de Santa Fe, pero se prioriza la rehabilitación, pues existe complejidad en la parte técnica; requerirán diseños, conversaciones con los lugareños, expropiaciones y evaluaciones ambientales.
Y aunque el gobierno argentino intenta integrar los aspectos del cambio climático en sus planes ferroviarios, Bordón dijo que el país carece de una ley que fije metas específicas para las emisiones de gases de efecto invernadero, medidas de adaptación, acciones de mitigación y otros.
/Con información de Bnamericas/