Tras la suspensión del despacho de energía renovable en México por parte del gobierno federal, 44 proyectos de generación limpia, en 18 entidades del país, se verán afectados; y la mitad de la capacidad renovable proyectada para el 2020 será detenida.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex) y la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), el impacto negativo será para 28 plantas solares fotovoltaicas y eólicas listas para entrar en operación; que representan una capacidad instalada de 3 mil 270 megawatts, inversiones por 3 mil 963 millones de dólares y 16 mil 797 empleos.
Asimismo, para 16 proyectos en construcción, con una capacidad de 2 mil 067 megawatts, inversiones por 2 mil 463 millones de dólares y 12 mil 720 empleos no generados. En estados como Yucatán, Jalisco, Tamaulipas, Sonora, Aguascalientes, Tlaxcala, Nuevo León, Guanajuato y Baja California Sur.
Además, las medidas previstas por el acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), entre las que destaca la suspensión de pruebas operativas de plantas, implican que sigan emisiones mensuales de más de 714 mil toneladas de CO2, que no podrán evitarse.
En este contexto, la calificadora Moody’s advierte tres efectos en la industria de energías renovables: Un aplazamiento de ingresos de las compañías, un crecimiento en la incertidumbre de inversiones futuras y que la Comisión Federal de Electricidad no cumpla con las metas de generación limpia al cierre de la presente administración.