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A cuatro meses desde que el proyecto de construcción del Aeropuerto de Santa Lucía ganara en la consulta popular para su realización, los estudios de rediseño del espacio aéreo del Valle de México todavía no están listos. Ni tampoco se han encargado, así lo reconoció el titular de la Secretaría de  Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú.

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“Hay cosas que la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) no puede hacer, por ejemplo, el estudio de espacio aéreo que habíamos dicho en su momento, que nos falta contratar para la reestructura del especial aéreo. Se va a contratar con especialistas internacionales”, destacó.

El titular de SCT señaló en el marco del seminario Desafíos Portuarios en México, que los estudios de prefactibilidad de la construcción del aeropuerto serín coordinados por Sergio Samaniego, un ingeniero que apoyó al presidente Andrés Manuel López Obrador para este proyecto desde 2014.

Como se recordará, la construcción de Santa Lucía fue planteada como una solución alternativa a la saturación de vuelos del aeropuerto Benito Juárez, de la Ciudad de México e incluso, por este proyecto AMLO canceló la construcción del  Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco.

Sin embargo, desde entonces se señaló que el gobierno de López Obrador tenía que contratar estudios de rediseño de rutas aéreas para definir posibles riesgos de colisiones por la cercanía entre Santa Lucía y el aeropuerto capitalino. La información del proyecto de Santa Lucía a partir de la toma de posesión de AMLO ha surgido a cuentagotas.

Como se recordará, un estudio de MITRE, organismo especializado en aeronáutica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, determinó que había problemas serios de computabilidad aeroespacial con Santa Lucía.

“El Estado Mexicano debe aclarar primero cuál es su visión estratégica de su “sistema aeroportuario” del Valle de México, y debe publicarla. La misma debe incluir estudios de todo el Valle de México y del país en su conjunto con la finalidad de justificar y acotar la necesidad de este proyecto, y posteriormente determinar su viabilidad en corto, mediano y largo plazo. La participación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), MITRE y otras entidades internacionales especializadas en seguridad de la aviación pueden darnos otros puntos de vista y fortalecer el proyecto”, destacó por su parte en un análisis Jorge Medina, a través de la página a21.com.mx

Con información de El Heraldo de México.