El puente de 55 kilómetros de largo, que requirió de 400.000 toneladas de acero y nueve años de trabajo para su construcción, fue diseñado para unir las ciudades del sur del Delta del río Perla, iniciando en la isla de Lantau de Hong Kong, en paralelo al aeropuerto de la ciudad, y concluye en una isla artificial construida entre Macao y Zhuhai donde se encuentran los controles migratorios.
Para crear la nueva obra de ingeniería fue necesario construir dos islas artificiales a prueba de tifones y terremotos, y un túnel submarino de 6,7 km -hecho a 44 metros de profundidad para permitir el paso de grandes barcos por la superficie-.
Cabe destacar que este puente que es el más largo del mundo sobre el mar, superando al de 42,5 kilómetros que recorre la bahía de Qingdao, reducirá la distancia entre las tres ciudades de más de 3 horas a unos 30 minutos.