“Para el sector de la construcción, el arancel impuesto por Estados Unidos presionará a la alza los precios de los materiales de la construcción derivados del acero y del aluminio en el mercado nacional, alterando los presupuestos y previsiblemente incrementando el costo final de las obras”, mencionó.

El documento señala que el año anterior se invirtieron en el sector de la construcción 2.7 billones de pesos, de los cuales, 75% fueron de capital privado y 25% provenientes de recursos presupuestales. Además, de cada peso, 45 centavos se distribuyeron en su cadena productiva, es decir, en 176 de las 262 ramas de la economía; lo que implicó una derrama económica de 1.2 billones de pesos en ese año.

De los 45 centavos, el 20% o su equivalente, 8 centavos, se destinaron al consumo de acero y derivados, lo que representó un consumo estimado de 243,000 millones de pesos.

CMIC destacó el carácter estratégico de la industria de la construcción para el empleo, porque implica 6.1 millones de puestos de trabajo directos y 2.8 millones indirectos.

En el estudio del CEESC, organismo dependiente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), se estima que las medidas afectarían no solamente el precio de 30 productos de acero, sino que será necesario ajustar a la baja las estimaciones de crecimiento de este sector en México, así como la generación de empleos.

"Antes de esta medida, se había previsto que el sector de la construcción en el 2018 crecería entre 1% a 2% anual. Sin embargo, esta estimación podría revisarse a la baja”, prevé el análisis.

Como se recordará, el sector de la construcción registró una contracción de -1% en su crecimiento durante 2017, por lo tanto “cualquier incremento en el precio de sus insumos afectaría, aún más su endeble actividad productiva”, indicó.