Según Valenzuela, aun sin el gravamen, los industriales de la construcción ya enfrentan un aumento acumulado de 15% en ese material desde que inició 2018: “La obra se ha encarecido 10% y todo esto va en contra de los costos de operación de las constructoras. Poner aranceles generaría una situación más complicada para la industria porque habría más impacto en el precio de ese insumo”.
Ejemplificó que en Tijuana actualmente hay registradas 160 empresas de un total de 250 empresas en total. Pero, a nivel Baja California, la afectación sería para más de 450 empresas.
Destacó que el acero importado es estructural, pero que al sector le pega mucho el tema de la varilla corrugada que viene del interior y que no es importada; pero para el caso del acero estructural sí importa, ya que la construcción de edificios verticales en este momento es la que se está desarrollando.
Aunque muchos de estos edificios son de concreto y llevan varilla, los que no son de concreto usan acero importado y, por tanto, también les afectaría este aumento en el precio que sería por kilo, independientemente de que sea varilla o acero estructural y, en los dos casos, ha subido 15%, según un despacho de El Sol de Tijuana
“No hay justificación alguna para estos aumentos. No hay ni siquiera argumentos por el aumento en los precios del dólar americano, el cual se ha mantenido muy estable, pero los productores le han subido”, finalizó.