De acuerdo a datos de la Secretaría de Energía (Sener), en la región Noroeste, que incluye Sonora, Península de Baja California y Sinaloa apenas hay 695 kilómetros de poliductos para transportar combustibles, mientras que en el Noreste hay más de 3,000 kilómetros.
Según datos de la consultora Etellekt, el transporte por llanta es el más caro que existe, pues el costo para mover 159 litros de gasolina asciende a 6.5 dólares, mientras que transportarla por ducto tiene un costo de 90 centavos.
Otra región con falta de infraestructura es el Sureste, ya que hay un poliducto que alimenta a Tabasco, Yucatán, Campeche,Quintana Roo, y Yucatán, vía Puerto Progreso.
De ser aprobada en el Senado, en enero iniciará la liberación de los precios aprobada por la Cámara de Diputados, junto con la Ley de Ingresos de la Federación, y serán las comisiones Reguladora de Energía y la Federal de Competencia Económica (Cofece) las encargadas de revisar estas áreas.
Los expertos afirman que la falta de poliductos y de redes obligan a los empresarios a usar pipas, con lo que existe el riesgo desabasto, ya que México importa diariamente 70% de las gasolinas que consume.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Gasolineros (Amegas) y la Organización Nacional de Expendedores de Petrolíferos (Onexpo) señalaron que con un mercado abierto no habrá zonas con precios menores a 14 pesos, lo cual se agravaría en el Sureste.
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