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Este acuerdo entre Sheinbaum y Trump es un respiro para el sector exportador, pero el panorama sigue siendo incierto.

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Tras una conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ambos mandatarios acordaron suspender temporalmente los aranceles impuestos por el gobierno estadunidense a las exportaciones mexicanas.

 

La exención se aplicará hasta el próximo 2 de abril y cubrirá todos los productos que cumplan con las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

 

El anuncio fue hecho por Trump a través de su plataforma Truth Social, donde destacó que la decisión fue tomada tras el diálogo con Sheinbaum, a quien agradeció por su cooperación y trabajo conjunto en temas clave como migración y seguridad fronteriza. "Nuestra relación ha sido muy buena y estamos trabajando juntos en la frontera para frenar la migración ilegal y el tráfico de fentanilo", escribió el mandatario estadunidense.

 

 

Por su parte, la presidenta Sheinbaum calificó la conversación como "excelente y respetuosa", señalando que la cooperación entre ambos países ha dado "resultados sin precedentes". En sus redes sociales y en su discurso durante la mañanera de este 6 de marzo, confirmó que México continuará colaborando en temas de migración y seguridad, incluyendo el combate al tráfico de armas y drogas entre ambas naciones.

La exención de aranceles surge en un contexto de tensiones comerciales luego de que, la administración de Trump impusiera un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá, con excepción de los hidrocarburos canadienses, que quedaron gravados con una tarifa del 10 por ciento. Sin embargo, la presión de las principales automotrices estadounidenses, como Ford, General Motors y Stellantis, llevó a la Casa Blanca a reconsiderar la medida, otorgando inicialmente una exención a los vehículos que cumplieran con las reglas de origen del T-MEC.

El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, adelantó que la exención podría extenderse a otros sectores comerciales siempre que las exportaciones mexicanas y canadienses cumplan con las normativas del acuerdo trilateral. Asimismo, sugirió que el desempeño de México en el combate al tráfico de fentanilo podría influir en futuras decisiones comerciales de la administración Trump.

 

La medida representa un alivio temporal para el comercio mexicano, aunque persiste la incertidumbre sobre lo que ocurrirá después del 2 de abril, cuando EE.UU. anunciará su decisión sobre posibles aranceles recíprocos a nivel global. Analistas advierten que la estabilidad de la relación comercial dependerá en gran medida de las negociaciones en curso y de la capacidad de ambos países para mantener una cooperación efectiva en materia de seguridad y migración.