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Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, señaló que la institución financiera revisó a la baja la previsión de crecimiento a -10.0% con un rango de entre -9.0% y -12.0%.

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La parte más complicada de la crisis económica se presentó durante el  segundo trimestre de 2020, donde el Producto Interno Bruto (PIB) cayó -15% respecto al trimestre anterior, como parte de la contracción de todo el año que será de -10%. Sin embargo, la recuperación será lenta y accidentada.

Así lo afirmó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, durante la presentación de su informe trimestral “Situación México”, donde indicó que la institución financiera revisó a la baja la previsión de crecimiento a -10.0%, con un rango de entre -9.0% y -12.0%, ante el paro de actividades económicas provocado por el COVID-19 y los efectos sobre la inversión privada de la inconsistencia temporal derivada de decisiones de política económica.

Agregó que para el año 2021 prevé que a economía crecerá 3.7%, con un rango que va del 2.0% al 4.5%, que en cualquier caso es un nivel pobre respecto a la contracción esperada para este año.

Indicó que la falta de políticas fiscales y monetarias contracíclicas agresivas y la afectación a la confianza de los inversionistas derivada de las recientes decisiones de política económica, han empeorado el desafiante entorno para la recuperación.

El especialista afirmó que aún se podría salvar el sexenio desde el punto de vista económico, si se el gobierno federal tomara una serie de medidas, entre ellas: cambiar el clima para atraer inversión, para lo cual debe aprovechar la situación óptima que ofrece el T-MEC; realizar cambios fundamentales en la política fiscal, que incluya una reforma fiscal, al igual que un profundo cambio ene Pemex con el objetivo que deje de erosionar las finanzas públicas; el tercer elemento es construir las bases para reducir en forma sustancial la pobreza y desigualdad.

Sobre el empleo, indicó que luego de perderse 1.13 millones de empleos formales entre marzo y junio,  pronostican que todo el año el balance será de un pérdida de 1.3 millones de fuentes de empleo formales.

Señaló que no hay desequilibrios externos que sean motivo de preocupación, por lo que una vez que pasé la parte más complicada de la pandemia, prevé una apreciación del tipo de cambio.