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Con un descenso previsto del 7.1% del PIB, la pandemia y la caída en los precios de las materias primas empujarán a Chile a su mayor recesión económica desde 1982.

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La pandemia del COVID-19 y la caída en los precios de las materias primas empujarán a Chile a su mayor recesión económica desde 1982, con un descenso previsto del 7.1% del Producto Interno Bruto (PIB) en caso de un segundo brote; estima la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Para realizar estas estimaciones, el organismo se apoya en una ralentización de las exportaciones, en el impacto de las medidas de contención sobre el consumo y el empleo; y en la incertidumbre que rodea a los ingresos de los hogares.

Además, destaca que las medidas de contención para frenar el impacto del virus afectan a una quinta parte de la economía, donde el comercio minorista y el transporte, que representan el 5% del PIB, operan entre el 50 y 60% de su capacidad; y las exportaciones han colapsado, aunque el sector minero se ha mostrado resiliente. Y en su peor escenario, la OCDE cree que el consumo privado caerá 16.5% este año y el desempleo llegará al 10.1%, mientras que en su previsión más optimista lleva esos porcentajes al –13.9% y 9.5 por ciento, respectivamente.

La OCDE refiere que la respuesta de las autoridades chilenas frente a la pandemia ha sido amplia y oportuna, pero advierte que deben estar preparadas para actuar en caso de que perjudique de nuevo al país de forma directa o por sus efectos en otras economías. "Hasta que haya un tratamiento efectivo o una vacuna, las prioridades inmediatas deberían ser incrementar la capacidad de hacer test masivos y de rastreo y el suministro de cuidados médicos para todos los pacientes, independientemente de si tienen o no seguro”.

 

/Con información de El Mostrador/