El índice se ubicó en 100.9 unidades, para ser el nivel más bajo desde julio cuando alcanzó un nivel de 105 puntos, toda vez que el ritmo de crecimiento se ha desacelerado consistentemente desde agosto.
Analistas de Banorte opinaron que este retroceso se explica por el desvanecimiento del optimismo post-electoral, mayores precios de los alimentos, así como por presiones en el tipo de cambio, las cuales son comúnmente asociadas por los consumidores con una situación económica más retadora.
“Hacia delante, esperamos que la confianza siga retrocediendo ante la debilidad del tipo de cambio, tasas de interés más altas, y un alza en el desempleo. Sin embargo, los fundamentos del consumo permanecen relativamente fuertes, lo que moderaría la contracción esperada”.
Agregaron que la posibilidad de un mayor nivel de desempleo en los próximos meses podría tener un impacto en la confianza. “Creemos que este último factor podría estar explicado por un factor friccional dada la entrada de un nuevo gobierno federal, el cual podría exacerbado por la reducción de los sueldos para los servidores públicos”.