De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en septiembre creció a una tasa anual de 14% en sus cifras originales. En los dos meses previos avanzó a ritmos anuales de 17.4% en agosto y 18.4% en julio. Sin embargo, con cifras ajustadas por estacionalidad, la confianza retrocedió 1.8% (mes a mes) hilando dos meses consecutivos a la baja.

En opinión de analistas de Banorte, “la confianza podría continuar elevada, soportada por señales favorables sobre la actividad económica en meses recientes, en conjunto con presiones más moderadas de inflación. No obstante, el indicador estaría limitado por la reducción gradual del optimismo tras el proceso electoral incluso después de los recientes avances en el frente comercial.”

Consideran que la confianza continúa influida por el resultado del proceso electoral del 1º de julio. Sin embargo, prevén como probable que se extienda cierto grado de reversión a la media, en gran parte por una eliminación gradual del optimismo electoral.

“Hacia delante, creemos que la confianza se mantendrá por encima de su promedio de largo plazo, en un contexto de señales positivas sobre el ritmo de actividad económica (además del fuerte dinamismo en Estados Unidos) y una moderación en la inflación, en particular la no subyacente. Por otra parte, el tipo de cambio ha mantenido una dinámica relativamente fuerte a pesar de la incertidumbre comercial global y presiones en emergentes”.

En Invex sus analistas piensan que la confianza de los consumidores se mantiene en niveles históricamente altos, aunque la agenda económica del nuevo gobierno es una fuente de incertidumbre. Afirman que los indicadores muestran en su mayoría una reducción en el entusiasmo tras el marcado aumento observado en julio y no descartan que se sigan ajustado y se materialicen expectativas más realistas respecto a las promesas de campaña.