El resultado se derivó del incremento en los cinco rubros que componen el índice. El componente que presentó el mayor aumento fue el de las expectativas económicas del país, creciendo 51.1%; los índices sobre las expectativas presentes y futuras de los hogares se incrementaron 5.3% y 11.6%, respectivamente; las expectativas en torno a las condiciones presentes del país se expandieron 12.5%; finalmente, la capacidad de compra de bienes duraderos presentó un avance de 11.6%, tal como se observa en la tabla de la siguiente página.
Analistas de Banorte consideran que “la confianza del consumidor se mantendrá en niveles elevados en los próximos meses. En este contexto, consideramos que los elevados niveles de confianza continúan influidos por el resultado del proceso electoral del 1º de julio. Hacia delante, estimamos que la confianza del consumidor se mantendrá en niveles superiores a los observados en 1S18, con condiciones (de) poca holgura en el mercado laboral y menor incertidumbre sobre la relación comercial entre Estados Unidos y México tras el acuerdo alcanzado entre ambos países la semana pasada. No obstante, consideramos que la confianza del consumidor estará limitada por el repunte temporal en la inflación (en gran medida por las presiones en el componente no subyacente), la ligera desaceleración en el ritmo de actividad económica y un cierto grado de reversión a la media una vez que el optimismo electoral comience a disiparse”.
En su caso, analistas de Invex señalaron que la confianza de los consumidores se mantiene en niveles históricamente altos, aunque las tensiones con Estados Unidos y la alta inflación limitan el optimismo sobre la situación actual de los hogares y el país. Sin embargo, la mejora de las expectativas sugiere que la intención de compra seguirá firme. Además, el mejor dinamismo del mercado laboral y el aumento de remesas apoyan el consumo.
“Es probable que el optimismo generado por el resultado electoral de julio se merme conforme se materializan expectativas más realistas respecto a las promesas de campaña. Los altos niveles de optimismo entre consumidores contrastan con la incertidumbre sobre la negociación del TLCAN y la agenda económica del nuevo gobierno lastran aún las decisiones de inversión”, concluyeron.