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Una vez que Andrés Manuel López Obrador es virtualmente el candidato electo a la presidencia de la República para el periodo 2018-2024, nos preguntamos cuál será el destino de la economía mexicana en sus manos.

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Su pronunciamiento a la nación la noche del primero de julio y la primera entrevista ante los medios de comunicación dejó entrever que se mantendrá la estabilidad de las finanzas públicas sin un incremento real de los impuestos, sin mayor endeudamiento y con un recorte del gasto corriente. Asimismo, fue muy puntual en señalar que mantendrá la autonomía del Banco de México.

En opinión de Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, podríamos observar un incremento en el consumo como consecuencia de una mejora en la confianza del consumidor e incluso que se incremente la expectativa del ingreso del mexicano promedio.

Sin embargo, expreso que por el largo periodo del proceso de transición puede generar incertidumbre que propicie que la inversión disminuya.

Finalmente, considera que los retos del nuevo gobierno estarán centrados en qué sucederá con las finanzas públicas y la negociación del TLCAN.

Por su parte, los analistas de Banorte indicaron que “se mantendrán fundamentos macroeconómicos. En nuestra opinión, el nuevo gobierno liderado por López Obrador mantendrá la solidez de los fundamentos macroeconómicos de nuestro país. En este sentido, en su mensaje como virtual ganador de la presidencia de la república, AMLO declaró que mantendrá una política fiscal responsable, continuando con el proceso de consolidación de las finanzas públicas -sin necesidad de aumentar los impuestos, ni la deuda-, así como respetando la autonomía del Banco de México. En dicho mensaje también comentó que se revisarán los contratos en materia de energía asignados para evitar la corrupción”.

Mantenemos nuestras perspectivas macroeconómicas para 2018 y 2019. Continuamos anticipando una tasa de crecimiento del PIB de alrededor de 2.5% para 2018 y de 1.8% para 2019, éste último principalmente influenciado por la disminución significativa del gasto público, así como la conjugación del término de la inversión en proyectos del sector privado, con el efecto de la incertidumbre electoral, observada cada primer año de gobierno desde 1995. Por su parte, mantenemos nuestra expectativa de inflación en 4.3% para fin de este año y de 3.5% para finales de 2019. Adicionalmente, esperamos que Banxico mantenga la tasa de referencia sin cambios en 7.75% en los próximos 18 meses.