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El peso cerró junio con una depreciación mensual de 7.74% o 1 peso y 32 centavos, siendo la mayor depreciación para un mes de junio desde que el peso cotiza en un régimen de libre flotación.

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Nuestra moneda cerró el mes cotizando alrededor de 18.33 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 16.9183 pesos por dólar la noche del 2 de junio y un máximo de 18.9929 pesos por dólar el día 12 de junio, nivel no visto desde el 20 de marzo del 2023.

 

Esta fue la mayor depreciación mensual del peso desde marzo del 2020, cuando el peso cayó 20.51% al comienzo de la pandemia. Asimismo, la volatilidad del tipo de cambio subió a 24.94%, su mayor nivel desde abril del 2020, cuando se ubicó en 25.17 por ciento.

 

Durante junio, el peso se ubicó como la divisa más depreciada en los principales cruces del dólar, seguido del peso colombiano con 7.25%, el real brasileño con 6.64%, el sol peruano con 3.12%, la corona checa con 2.78% y el florín húngaro con 2.72 por ciento. Las divisas más apreciadas fueron: el rublo ruso con 5.11%, el rand sudafricano con 3.26%, el won surcoreano con 0.66%, el franco suizo con 0.42% y el dólar australiano con 0.24 por ciento.

La depreciación del peso en junio se debió a los siguientes factores:

  1. El resultado de las elecciones del 2 de junio. El partido Morena y partidos de coalición ganaron con amplio margen las elecciones del poder legislativo, obteniendo una mayoría calificada en la Cámara de Diputados y una amplia mayoría en el Senado, cerca de obtener la mayoría calificada. Asimismo, Claudia Sheinbaum ganó con un amplio margen las elecciones a la presidencia. Con esto, tienen la posibilidad de hacer reformas constitucionales.

Días después de las elecciones, el tipo de cambio enfrentó fuertes presiones al alza, luego de que la presidenta electa y miembros del Congreso actual, anunciaron que impulsarán varias reformas, entre las que destaca la del Poder Judicial. La aversión al riesgo sobre México se elevó por la intención del gobierno en turno de aprobar rápidamente la reforma en septiembre, cuando inicie la nueva legislatura. Esta reforma genera miedo sobre México, pues se pone en riesgo la división de poderes y la certeza jurídica en el país, lo que inhibirá la inversión privada y frenará el crecimiento económico.

En el mes, el peso borró parte de sus pérdidas a partir del 20 de junio, luego de que la presidenta electa presentó a 6 miembros de su gabinete, en donde destacó la designación de Marcelo Ebrard como próximo secretario de Economía, quien será el responsable de la revisión del T-MEC en 2026 y Juan Ramón de la Fuente, como secretario de Relaciones Exteriores, quien tendrá la tarea, junto con Marcelo Ebrard, de impulsar la llegada de inversión extranjera directa a México.

 

La recuperación del peso fue parcial y temporal, pues en niveles por debajo de 18.00 pesos por dólar se elevó la compra anticipada de dólares y la toma de coberturas cambiarias, ante el riesgo de mayor volatilidad y presiones al alza para el tipo de cambio en los próximos meses.

 

  1. Aversión al riesgo sobre México por el elevado déficit fiscal y el bajo crecimiento económico. Durante el mes, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O señaló que planean reducir el déficit en el mediano plazo, mientras que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, comentó ante empresarios que el déficit podría reducirse a 3.5% del PIB en 2025, lo que se ubica por encima del 3.0% contemplado en los Pre-criterios para el siguiente año. De acuerdo con el secretario de Hacienda, el 75% de la disminución del déficit provendrá de recortes al gasto, mientras que el 25% provendrá de una mejor recaudación de impuestos. Cabe recordar que para 2024, el déficit presupuestario se proyecta en 5% del PIB, siendo el más alto desde 1988. El alto déficit eleva el riesgo de recortes de la calificación crediticia de la deuda soberana de México, genera presiones inflacionarias y presiones al alza sobre la tasa de interés.

También, durante el mes se elevó la aversión al riesgo asociada al bajo crecimiento económico. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de abril del 2024 mostró que la economía de México se contrajo 0.62% respecto al mes anterior, caída mucho mayor a la estimada inicialmente por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) para el mismo mes de 0.28 por ciento. Esta fue la mayor caída mensual del IGAE desde agosto del 2021. Con esta contracción, el IGAE registró una variación anual de 0.93%, considerablemente menor al 3.17% observado en el mes anterior y el menor crecimiento desde noviembre del 2021. Este bajo crecimiento hace evidente que México atraviesa por una desaceleración económica, a pesar de ser año de elecciones. Grupo Financiero Base estima que en 2024 el PIB crecerá 1.6%, mientras que para 2025 se estima un crecimiento del 0.8%, ante los recortes al gasto público que serán necesarios para reducir el déficit fiscal.

  1. El Banco de México mostró un lenguaje menos restrictivo y mantiene abierta la puerta a recortes de la tasa de interés en los próximos meses. El comunicado de política monetaria del 27 de junio minimizó el riesgo inflacionario por la depreciación del peso, al señalar que se contrarresta parcialmente con la debilidad de la actividad económica. Además, la gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, dijo en una entrevista que en las próximas reuniones de política monetaria los recortes de la tasa de interés estarán sobre la mesa de manera continua.

 

Grupo Financiero Base mantiene la expectativa de dos recortes adicionales de la tasa de interés de 25 puntos base cada uno, para ubicar la tasa en 10.50% al cierre del año.

 

  1. Cautela en anticipación a las elecciones presidenciales en Estados Unidos del 5 de noviembre. En el primer debate presidencial, el actual presidente Joe Biden, tuvo un pésimo desempeño al mostrar dificultades para argumentar contra Donald Trump y cometer errores en cifras básicas. Lo anterior genera dudas sobre su capacidad para sostener una campaña presidencial y continuar al frente de la presidencia otros cuatro años. Esto incrementa la probabilidad de que líderes demócratas pidan la renuncia de Biden a la candidatura. Por su parte, Donald Trump salió fortalecido del primer debate con mayor probabilidad de ganar la presidencia en noviembre.

Durante el debate, Trump reiteró su respaldo a medidas proteccionistas como la imposición de aranceles y en varias ocasiones mencionó que se ha descuidado la seguridad fronteriza. El regreso del tipo de cambio por debajo de 18.40 pesos por dólar tras el debate se debe a que el mercado no ve a Trump como una amenaza grave para México, pues durante su presidencia se renegoció el T-MEC y se fortaleció la relación comercial con Estados Unidos. Sin embargo, esto no descarta nuevos episodios de volatilidad para el tipo de cambio durante los meses de campaña en Estados Unidos, sobre todo si Donald Trump realiza comentarios en contra de México en temas de seguridad, migración y comercio.

 

Es importante recordar que en años de elecciones de Estados Unidos el peso mexicano se ha depreciado en promedio 6.63%, con dos excepciones en los años 2004 y 2012. En esos años el peso se apreció como consecuencia de una corrección después de haberse depreciado el año previo, por recesión en México y por la crisis de los altos déficits fiscales en Europa.

 

  1. El dólar estadunidense se fortaleció en junio, avanzando 1.44% de acuerdo con el índice ponderado y acumulando una ganancia de 4.66% en el primer semestre, con lo que el índice alcanzó niveles no vistos desde el 1 de noviembre del 2023. El dólar se ha fortalecido frente a la mayoría de sus principales cruces, ante la expectativa de que la Reserva Federal mantendrá una postura monetaria restrictiva durante varios meses. Destacó que, en el anuncio de política monetaria del 12 de junio, la Fed redujo el número de recortes a la tasa esperados en el año de 3 a 1, algo que el mercado espera que ocurra después de las elecciones en Estados Unidos.

 

Cabe destacar que el peso se había apreciado hasta 2023 como consecuencia principalmente de apuestas a favor del peso. En 2024, las apuestas a favor del peso han disminuido severamente.

 

Ahora bien, en las cuatro semanas comprendidas entre el 29 de mayo y el 25 de junio, las posiciones especulativas netas a la espera de una apreciación del peso disminuyeron 52.19% o 63,113 contratos, ubicándose en 57,806 contratos, mientras que las posiciones especulativas netas de administradores de activos (inversionistas institucionales incluyendo fondos de pensiones, compañías de seguros y fondos de inversión) cayeron 42.44% o 65,370 contratos, ubicándose en 88,653 contratos.

 

La aversión al riesgo sobre México también se reflejó en la tenencia de valores gubernamentales por residentes del extranjero en junio, pues al día 19 acumuló una caída de 28,559.94 millones de pesos o 1.61% respecto al cierre del 31 de mayo, resultado de una moderada salida de capitales.

 

Por su parte, en el mercado de dinero, la tasa de los bonos M a 10 años acumuló un incremento de 13 puntos base en junio, cerrando en 9.91%, pero alcanzando un máximo de 10.36% en la sesión del 12 de junio.

Cabe recordar que existe una relación inversa entre la tasa de rendimiento y su precio, por lo que el incremento de la tasa fue resultado de una menor demanda por instrumentos denominados en pesos mexicanos, ante la elevada volatilidad cambiaria. Por su parte, en la subasta semanal de valores gubernamentales del 18 de junio, la tasa de los bonos M a 30 años alcanzó 10.16%, nuevo máximo histórico, subiendo 51 puntos base respecto a la subasta previa del 7 de mayo.

Acumuló el peso en el segundo trimestre una depreciación de 10.69% o 1 peso y 77 centavos, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 16.2616 pesos por dólar el 9 de abril y un máximo de 18.9929 pesos el 12 de junio. Con esto, el peso mostró la mayor depreciación trimestral desde el primer trimestre del 2020, cuando acumuló una caída de 25.07 por ciento.

En la canasta de principales cruces, el peso mexicano se ubicó como la segunda divisa más depreciada en el segundo trimestre, después del real brasileño con 11.56 por ciento. Después del peso mexicano, las divisas más depreciadas fueron: el peso colombiano con 7.49%, el yen japonés con 6.32%, el peso argentino con 6.28% y la rupia de Indonesia con 3.27 por ciento. Las divisas más apreciadas en el trimestre fueron: el rublo ruso con 7.24%, el peso chileno con 3.99%, el rand sudafricano con 3.71% y el dólar australiano con 2.22 por ciento.

 

Durante la primera mitad del año, el peso acumuló una depreciación de 7.99% o 1 peso y 36 centavos, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 16.2616 pesos por dólar el 9 de abril y un máximo de 18.9929 pesos el 12 de junio.

 

Cabe señalar que el mínimo y máximo del tipo de cambio en lo que va del 2024 se alcanzaron en el segundo trimestre. En la canasta de principales cruces, el peso mexicano se ubicó en la quinta posición entre las divisas más depreciadas. Las divisas más depreciadas en el año son: el real brasileño con 15.29%, el yen japonés con 14.10%, el peso argentino con 12.74%, la lira turca con 10.75% y el peso mexicano con 7.99 por ciento. Las únicas divisas que se aprecian en el año son: el rublo ruso con 4.14%, el rand sudafricano con 0.99% y el dólar de Hong Kong con 0.04 por ciento.

Hoy viernes, se actualizaron los datos de finanzas públicas de México. En los primeros cinco meses del 2024, los ingresos acumulados del sector público fueron de 3,222 mil millones de pesos, mostrando un crecimiento anual real de 5.4 por ciento. Los ingresos del sector público fueron impulsados por 1) los ingresos petroleros acumulados a mayo, que fueron de 474 mil millones de pesos, presentando un crecimiento real de 12.7% y 2) de los ingresos acumulados no petroleros que fueron de 2,749 mil millones de pesos, lo que implicó un alza real de 4.2% anual. Por otro lado, el gasto neto acumulado pagado del sector público fue de 3,800 mil millones de pesos, presentando un crecimiento acumulado real anual de 17.3 por ciento. Al interior destaca que sus dos principales rubros mostraron altos crecimientos. En los primeros cinco meses del 2024, el gasto programable acumulado fue de 2,778 mil millones de pesos, mientras que el gasto no programable fue de 1,001 mil millones de pesos. En este sentido, estos rubros se incrementaron 21.3% y 7.5% anual real, respectivamente. Dicho todo lo anterior, en el año el sector público acumula un déficit de 525 mil millones de pesos, implicando un fuerte crecimiento anual real de 266.5 por ciento.