Lo anterior se debe a un fortalecimiento del dólar estadounidense de 0.33% de acuerdo con el índice ponderado, debido a una combinación de factores:
- Se han elevado las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y Rusia.Durante el fin de semana el gobierno de Estados Unidos ordenó que diplomáticos estadounidenses y sus familias abandonaran la embajada en Kiev ante la amenaza de una invasión rusa, mientras que el gobierno de Reino Unido también redujo el número de trabajadores en su embajada como medida de precaución.
Asimismo, el gobierno de Estados Unidos pidió a ciudadanos que consideren salir del país, por ahora por sus propios medios. De acuerdo con medios, la administración de Estados Unidos está considerando incrementar el número de tropas desplegadas en Europa del Este, lo que podría contribuir con un incremento de las tensiones entre Rusia y países de la OTAN.
Es importante mencionar que un estallido militar entre Rusia y países de Occidente podría significar un deterioro en el ritmo de recuperación económica global y presiones inflacionarias adicionales, principalmente por incrementos en los precios de materias primas, en particular energéticos, ya que Rusia es el tercer mayor productor de petróleo a nivel global, produciendo cerca de 10.3 millones de barriles diarios y el segundo mayor productor de gas natural, con un estimado de 22.5 billones de pies cúbicos por año.
Las presiones en precios podrían surgir si Estados Unidos decide imponer sanciones económicas a Rusia o si el mismo gobierno de Putin decide limitar la oferta de petróleo y gas a Europa.
- Especulación sobre la política monetaria de Estados Unidos. Desde la semana pasada el mercado está a la espera del anuncio de política monetaria del 26 de enero, en donde se espera que el Comité Federal de Mercado Abierto siga recortando el programa de compra de bonos y señale la posibilidad de comenzar a subir la tasa de interés con el anuncio del 16 de marzo. El mercado seguirá de cerca los comentarios de Jerome Powell en su conferencia de prensa, así como el comunicado sobre la decisión de política monetaria.
En los mercados financieros globales se observa una mayor percepción de riesgo, registrándose pérdidas en los principales índices del mercado de capitales en Europa. El FTSE 100 de Londres pierde 1.30%, mientras que el DAX de Alemania pierde 1.97%. En Rusia, el índice de MOEX pierde 6.22% y acumula un retroceso de 14.83% en lo que va del año. Por su parte, en el mercado de futuros los principales índices de Estados Unidos muestran pérdidas, con el S&P 500 retrocediendo 0.58%, mientras que el Nasdaq pierde 0.93%.
En el mercado de bonos, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años muestra un retroceso de 2.3 puntos base, ubicándose en 1.73%, al elevarse la demanda por activos refugio. Entre los principales cruces del dólar, las divisas más depreciadas son el rublo ruso con 2.33%, el rand sudafricano con 1.02%, el zloty polaco con 1.01%, la corona noruega con 0.97%, la corona sueca con 0.92% y la corona checa con 0.87%.
En cuanto a indicadores económicos, en Europa se publicaron los indicadores PMI adelantados referentes a enero, con el índice compuesto de la actividad total ubicándose en 52.4 puntos, mostrando una desaceleración desde la lectura de 53.3 en diciembre y situándose en su menor nivel en 11 meses. Por su parte el PMI de servicios se ubicó en 51.2 puntos, disminuyendo en 2 unidades respecto al mes anterior y registrando un mínimo en 9 meses. En contraste, el PMI de manufactura fue de 59 puntos, avanzando desde la lectura anterior de 58 puntos, marcando así un máximo de 5 meses. Los resultados preliminares de enero son evidencia de una desaceleración en el sector servicios ante la propagación de la variante Ómicron. Lo anterior contribuye con el deterioro de la percepción de riesgo en los mercados financieros globales.
En México, la inflación de la primera quincena de enero se ubicó en una tasa quincenal de 0.39% y una tasa anual de 7.13%, ligeramente por arriba de las expectativas del mercado. Al interior, el componente subyacente que determina la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazo continuó subiendo por novena quincena consecutiva, al ubicarse en una tasa del 6.11%, su mayor nivel desde la primera quincena de octubre del 2001.
A tasa quincenal, la inflación subyacente se ubicó en 0.34%, siendo la mayor para un periodo igual desde la primera quincena de enero del 2017. Por su parte, el componente no subyacente mostró una inflación anual del 10.21% y una inflación quincenal de 0.53%, siendo el primer incremento tras dos quincenas consecutivas a la baja. Al interior, los precios de los productos agropecuarios subieron a una tasa quincenal de 0.55%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno avanzaron a una tasa quincenal de 0.51%.
Al interior de frutas y verduras los mayores incrementos quincenales se observaron en los precios del limón (36.84%), la calabacita (14.99%), los ejotes (13.17%) y la papa (11.62%). En el resto de los productos agropecuarios se destacó el incremento quincenal en el precio del pollo con 1.98%, el camarón con 1.71% y otros mariscos con 1.38%. Por último, en los productos energéticos el mayor incremento quincenal se observó en el precio de la gasolina de bajo (0.98%) y alto octanaje (0.76%), seguido por la electricidad (0.43%). Por su parte, el precio del gas doméstico natural se mantuvo sin cambios respecto a la quincena anterior, mientras que el del gas doméstico LP disminuyó 1.14%.
Considerando la publicación de inflación de hoy, Grupo Financiero Base mantiene sin cambios la proyección de inflación hacia el cierre del año cerca de 4.2%. No obstante, el dato hace evidente que persisten los riesgos al alza para la inflación general, debido al incremento sostenido del componente subyacente y al resurgimiento de las presiones en el componente no subyacente. Por este motivo, se eleva la probabilidad de que el próximo 10 de febrero, Banco de México suba su tasa de interés en 50 puntos base a 6.0%.
Finalmente, la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) correspondiente a noviembre mostró un crecimiento a tasa mensual de 0.14% en el valor de la producción de las empresas constructoras, después de la contracción de 0.57% en octubre revisada al alza desde una caída de 2.16%, según cifras ajustadas por estacionalidad. De enero a noviembre, el valor de la producción ha logrado un crecimiento de 8.29%.
No obstante, al realizar una comparación con respecto a su nivel pre pandemia (febrero de 2020) el indicador muestra un rezago al posicionarse 10.14% por debajo de dicho nivel. La falta de inversión pública en entidades donde no se llevan a cabo proyectos insignia del gobierno, la falta de inversión privada y las presiones inflacionarias, que se ven reflejadas en el alza de los precios de los materiales para la construcción, son algunos de los factores que han ralentizado la recuperación del sector.