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Durante el 3T21, el PIB de México se contrajo 0.23% y tasa trimestral anualizada de -0.92%, mientras que a tasa anual creció 4.83%, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad.

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El PIB de las actividades primarias crecieron a una tasa trimestral de 0.71%, mientras que las actividades secundarias crecieron a una tasa de 0.71% (su mayor ritmo desde el cuarto trimestre del 2020) y las actividades terciarias se contrajeron 0.61%, afectadas por el resurgimiento de la pandemia con la variante Delta y la reciente entrada en vigor de la reforma relacionada con la subcontratación, lo que tuvo un efecto negativo sobre el componente de servicios de apoyo a negocios.

Para evaluar de mejor manera la recuperación económica, sirve como mejor base de comparación el PIB del primer trimestre del 2020, previo a la pandemia. Con respecto a este nivel, el PIB muestra un rezago de 1.44%, de manera que aún tendría que crecer cerca de 1.5% para completar la recuperación.

El peso inicia la sesión con una depreciación de 0.34% o 6.9 centavos, cotizando alrededor de 20.44 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 20.3441 y un máximo de 20.5002 pesos por dólar.

Cabe mencionar que el peso ha perdido durante cuatro sesiones consecutivas, acumulando una depreciación de 1.33% o 26.85 centavos, siendo el mayor número de caídas consecutivas desde la última semana de septiembre.

En los mercados financieros se observa una mayor aversión al riesgo. La moneda más depreciada es el rand sudafricano con 0.58%, seguida por la lira turca con 0.57%, el rublo ruso con 0.54%, el dólar neozelandés con 0.50% y el peso mexicano con 0.34%.

Cabe mencionar que en la Eurozona también se publicó el crecimiento del PIB del tercer trimestre, el cual mostró un avance trimestral de 2.2%, equivalente a un crecimiento anual de 3.7%. A pesar de que la cifra del PIB superó ligeramente las expectativas del mercado, el dato de inflación incrementó el nerviosismo en torno a las mayores presiones inflacionarias, impulsadas por las disrupciones en las cadenas de suministro y el alza en los precios de los energéticos.

Por su parte, en Estados Unidos se publicó el reporte de Ingreso y Consumo Personal de septiembre. Los ingresos personales mostraron un retroceso mensual de 1.0%, luego de haberse incrementado por tres meses consecutivos. Por su parte, la tasa de ahorro en septiembre se ubicó en 7.5% disminuyendo significativamente desde el 9.4% registrado en agosto y ubicándose por debajo del nivel de febrero del 2020 de 8.3%.

Por otro lado, el consumo personal avanzó a una tasa mensual de 0.6%, en línea con las expectativas del mercado de 0.6%. Por último, el índice de precios del consumo personal (PCE deflator) el cual es seguido por la Reserva Federal como medida de inflación, se ubicó en una tasa anual de 4.4%, por encima del observado en agosto de 4.3% y siendo su mayor nivel desde enero de 1991. Asimismo, el PCE excluyendo alimentos y energía se ubicó en una tasa anual de 3.6%, manteniéndose en el mismo nivel por tercer mes consecutivo.