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El Centro Estudiantil Bloomberg, diseñado por BIG y Rockwell Group en la Universidad Johns Hopkins, combina madera maciza, energía solar y diseño inclusivo para promover la vida universitaria sostenible.

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El Centro Estudiantil Bloomberg incorpora múltiples estrategias de sostenibilidad

 

Los estudios BIG (Bjarke Ingels Group) y Rockwell Group han finalizado el Centro Estudiantil Bloomberg en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland. El nuevo edificio, concebido como un “pueblo de madera” sobre una ladera, representa el primer espacio del campus dedicado por completo a la vida estudiantil y busca alcanzar la certificación LEED Platinum.

Con una superficie total de 14 mil metros cuadrados, el complejo se compone de 29 volúmenes rectangulares de madera maciza apilados y conectados entre sí, envueltos por fachadas de vidrio y cubiertos por techos planos con paneles solares. Estas estructuras generan aproximadamente la mitad de la energía eléctrica del edificio, según el equipo de diseño.

“Donde antes las actividades estudiantiles estaban dispersas, ahora se concentran en un conjunto de pabellones de madera que ascienden por la colina natural”, explicó Bjarke Ingels, fundador de BIG.

El edificio se organiza en torno a un gran atrio central, con alturas variables que reflejan el relieve natural del terreno. Las entradas se ubican a diferentes niveles, conectadas por una escalera principal rodeada de áreas de descanso, que actúa como eje social y circulatorio del proyecto.

En los niveles inferiores se encuentran el patio de comidas, una cafetería y un restaurante, mientras que los pisos superiores albergan espacios culturales y de encuentro, como un teatro con capacidad para 250 personas, salas de ensayo, estudios de danza y espacios de reunión para clubes estudiantiles.

El Rockwell Group fue responsable del diseño interior, en el que predominan materiales naturales y tonos cálidos. La estructura de madera vista, junto con techos y columnas de madera laminada acústica (ADLT), se complementa con carpintería de piedra caliza y roble blanco, creando una atmósfera coherente entre los distintos espacios.

Nos inspiramos en la estructura de madera y la cuadrícula de columnas para diseñar un interior dinámico y cohesivo”, señaló David Rockwell, fundador del estudio neoyorquino.

El edificio incorpora múltiples estrategias de sostenibilidad: un sistema de recolección de agua pluvial con una cisterna subterránea de 75 mil litros, ventanas de doble acristalamiento y calefacción por suelo radiante para optimizar la eficiencia térmica.

Alrededor del edificio, patios y jardines paisajísticos conectan las diferentes áreas y se integran con el entorno del campus, extendiendo el espacio social hacia el exterior.