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Enclavado en un paisaje de bosques subtropicales y montañas en el sur de Bután, el Aeropuerto Internacional de Gelephu se perfila como una obra maestra de la arquitectura contemporánea en armonía con la tradición.

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Diseñado por el estudio BIG en colaboración con NACO, esta terminal de 68,000 metros cuadrados no será solo un punto de tránsito: será una experiencia.

 

Con una inauguración prevista para 2029, el aeropuerto apostará por una estructura modular de madera laminada encolada, formando un patrón diagrid ondulante que evocará una cadena montañosa en la distancia. Más que un edificio, será una extensión del paisaje.

 

Su diseño respira la esencia butanesa. Artesanos locales tallarán dragones en la madera, rindiendo homenaje a las columnas Kachen de la arquitectura tradicional. Mientras tanto, una gran columna forestal interior, Forest Spine, dividirá la terminal en vuelos nacionales e internacionales, infundiendo serenidad y naturaleza en el viaje.

 

 

 

Pero Gelephu va más allá de la estética. Pensado para el bienestar del viajero, el aeropuerto integrará espacios de meditación, baños de gong y áreas de yoga, transformando la espera en un momento de introspección. La sostenibilidad también será clave: Paneles solares en el techo, vegetación autóctona en el interior y una movilidad eficiente con tranvías y autobuses conectando con la ciudad.

 

 

Este aeropuerto es solo una pieza del ambicioso proyecto Gelephu Mindfulness City, una ciudad que BIG está diseñando para impulsar la economía local. El estudio, que abrirá su propia sede allí, lo considera un testimonio vivo de la fusión entre artesanía, innovación y respeto por el entorno.

 

Quienes visiten la Bienal de Arquitectura de Venecia este año, podrán ver un adelanto del proyecto: Un modelo de la fachada tallado en vivo por un artista butanés y una máquina. Una muestra del equilibrio entre lo ancestral y lo vanguardista, justo como el espíritu del Aeropuerto Internacional de Gelephu.