Es bien sabido que en el ámbito internacional, han sido diversas las mujeres que se han ganado un lugar en las cúpulas más altas de la arquitectura; sin embargo, en México existen personas que han comenzado a construir su trayectoria con extensos trabajos en el diseño, la arquitectura o el interiorismo. Por ello, te presentamos un homenaje a algunas arquitectas mexicanas destacadas que tienen una gran proyección para colocarse en el futuro; resaltando, en cada una, su profesión creativa.
1. Tatiana Bilbao. Es originaria de la Ciudad de México y egresada de la Universidad Iberoamericana. Ha sido acreedora de más de 15 premios y reconocimientos nacionales e internacionales que avalan su trabajo. El más reciente de sus proyectos fueron tres edificaciones en Lyon, Francia que forman parte de La Confluence, de Herzog & de Meuron.
2. Frida Escobedo. Estudió arquitectura y urbanismo en la Universiad Iberoamericana, con maestría en arte, diseño y dominio público en la Graduate School of Design de Harvard. Es la segunda mujer, y la más joven, en participar en el Serpentine Pavillion en Londres. Es la cabeza principal de su taller, y es su estilo práctico lo que la ha llevado a ganar más de un par de concursos de arquitectura a nivel internacional.
3. Ingrid Moye. Fundó Zeller & Moye, en compañía de Christoph Zeller, un estudio de arquitectura que opera con un enfoque interdisciplinario y global con sedes en Berlín y Ciudad de México. Su proyecto más reciente es una instalación pública y permanente que se encuentra en el Royal Fort Garden de Bristol, Inglaterra.
4. Regina Galvanduque. Es una apasionada arquitecta y diseñadora de interiores que fusiona disciplinas como arquitectura, interiorismo, escultura, estilismo y fotografía para diseñar bajo su firma GLVDK, que se encuentra en Nueva York.
5. Ilse Cárdenas y Regina Hoyos. Son las cofundadoras de una la oficina de arquitectura Palma. Ambas son exalumnas de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y su principal objetivo es lograr una arquitectura de atmósferas con identidad única que conmueva y permanezca.