Sin embargo, una corte local determinó que el diseño necesitaba una intensa revisión del impacto de la vida silvestre. En septiembre de ese mismo año, Barry Diller declaró inviable el proyecto debido al incremento en 80 millones de dólares en el presupuesto final, así como imprevistos consideraciones medioambientales.
A medida que esos costos aumentaron a 250 millones, y mientras la organización sin fines de lucro Hudson River Park Trust, responsable de administrar el parque flotante, fue golpeada por demandas del City Club de Nueva York —respaldado por Douglas Durst Diller— retiró su apoyo y el proyecto parecía muerto en el agua.
Tras una serie de mediación y una promesa de financiamiento por 50 millones de dólares por parte del gobernador Cuomo, se retomará la construcción del parque flotante. El blog CityReality reveló en recientes fotografías que ya están en construcción los dos puentes peatonales conectarán el proyecto con la orilla del río Hudson.