La competencia por los servicios de pago se ha convertido en una carrera contrarreloj. Los bancos tradicionales enfrentan uno de sus mayores desafíos: modernizar su oferta para retener a los pequeños y medianos comercios, un segmento que hoy mira con creciente interés a las empresas PayTech, más rápidas, flexibles y centradas en la experiencia del usuario.
La brecha tecnológica se amplía
Mientras los bancos enfrentan limitaciones por costos y estructuras heredadas, las PayTech —empresas diseñadas para ofrecer soluciones digitales de pago— han tomado la delantera. Un 60% de ellas ya utiliza inteligencia artificial generativa para optimizar sus procesos y mejorar la experiencia del cliente, frente al 41% de las instituciones financieras tradicionales.
Esta diferencia en adopción tecnológica se refleja en la capacidad de respuesta. Incorporar un comercio a un sistema bancario puede tomar hasta siete días y costar alrededor de 496 dólares, mientras que las PayTech pueden hacerlo en menos de una hora por unos 214 dólares. Este contraste explica por qué los negocios valoran la rapidez y eficiencia como factores clave al elegir con quién operar.
Un mercado en plena transformación
A nivel global, el auge de los pagos digitales está cambiando la dinámica del sector. El informe estima que las transacciones sin efectivo superarán los 3.5 billones en 2029, impulsadas sobre todo por el crecimiento en Asia-Pacífico, donde las billeteras digitales y los pagos instantáneos ganan terreno a gran velocidad.
Las tarjetas, aunque seguirán presentes, están perdiendo peso en la mezcla de pagos. En 2020 representaban el 65% del total; para 2024 bajaron al 52%, mientras que las billeteras digitales pasaron del 13% al 25% en el mismo periodo.
La oportunidad de reinventarse
Sin embargo, si los bancos no reducen la fricción en sus servicios —procesos lentos, costos elevados y escasa personalización—, corren el riesgo de perder relevancia. Para mantenerse competitivos, deberán integrar tecnologías como la inteligencia artificial y ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades de cada sector, desde minoristas hasta restaurantes o servicios de entrega.