La sostenibilidad dejó de ser un discurso de responsabilidad social para convertirse en un modelo rentable de negocio en América Latina. Cada vez más empresas integran la inteligencia artificial (IA) a sus procesos productivos, logrando optimizar recursos, reducir desperdicios y al mismo tiempo mejorar su competitividad en un entorno marcado por la transición hacia economías circulares.
IA para reducir costos y desperdicios
Sectores como la manufactura, la energía y la agroindustria ya aplican algoritmos predictivos para anticipar la demanda, mejorar cadenas de suministro y extender la vida útil de los productos.
Rentabilidad y ventajas competitivas
Los beneficios financieros son claros: 62% de las empresas latinoamericanas con procesos circulares apoyados en IA reportan aumentos en su margen de utilidad. Además, contar con tecnologías de monitoreo ambiental en tiempo real permite cumplir con normativas internacionales y acceder a financiamiento verde, cada vez más demandado por inversionistas y fondos ESG.
El concepto de Rentabilidad Económica Extendida (REE) se abre paso: Combina beneficios financieros, impacto ambiental y valor social, lo que ofrece a las compañías una triple ventaja que las posiciona mejor en el mercado, indicó Ramírez en el estudio.
México acelera la adopción de IA
Los resultados son contundentes:
- 83% reporta aumentos en ingresos (en promedio, 16%).
- 88% ha mejorado su productividad.
- 8 de cada 10 planean ampliar el uso de IA en los próximos meses.
Casos de éxito globales
Ejemplos internacionales muestran cómo la sostenibilidad puede convertirse en un negocio rentable:
- Unilever usa visión por computadora para mejorar la calidad de plásticos reciclados, logrando envases con hasta 60% de material reciclado.
- Renault remanufactura motores y cajas con IA e IoT, reduciendo 80% el consumo energético y 18 mil toneladas de CO₂ al año.
- Apple aplica diagnósticos predictivos para extender la vida útil de dispositivos y reducir su impacto ambiental, reforzando además la lealtad de sus clientes.
Un futuro sostenible e inteligente
De acuerdo con el Parlamento Europeo, el 80% del impacto ambiental de un producto se define en su etapa de diseño. Aquí, la IA tiene un papel decisivo: Permite planificar productos más eficientes desde su origen, reducir residuos y disminuir riesgos.