La llegada del streaming de música a gran escala a principios de la década de 2010 fue como un “regalo del cielo” para una industria que luchaba contra las descargas ilegales y los problemas para adaptar soluciones exitosas de medios digitales.
En el caso de la música en directo, la situación es diferente, ya que muchos artistas y grupos ganan dinero principalmente con las giras y la venta de merchandising.
Según la edición más reciente del informe Global Entertainment and Media Outlook de PwC, los ingresos mundiales de la música en vivo casi volvieron a los niveles anteriores a la pandemia en 2022, superando los 20,000 millones de dólares y se calcula que crecerán hasta los 25,000 millones en 2027.
Los datos de Pollstar sugieren que solo las giras del año pasado de Taylor Swift, Beyoncé y Bruce Springsteen fueron responsables del 10% de estas ganancias.
Pero además de las giras de un artista o grupo concreto, los festivales de música también desempeñan un papel importante en las retribuciones del sector. Como muestra el resumen de fin de año de Pollstar, los ocho principales festivales del mundo en términos de ingresos brutos generaron 192 millones de dólares en 2023.
El tercer puesto es una excepción, no solo por el número de entradas vendidas, sino también por los artistas presentes. Phish: Riviera Maya, dedicado exclusivamente a la jam band homónima, realizado en febrero de 2023 en Cancún.
Y otra faceta destacable del resumen de Pollstar es que, siete de los ocho festivales más vendidos se ubican en América: México y Estados Unidos ocupan seis de los ocho puestos.
El único festival europeo es el alemán Hurricane Festival, que ingresó más de 20 millones de dólares en 2023 con 233,000 entradas vendidas. El primer festival de la lista de los 20 primeros que no se celebra en América o Alemania es el austríaco FM4 Festival, que recaudó 10.7 millones de dólares.