En esta temporada de fin de año se presentan desafíos particulares en materia de seguridad. La temporada decembrina impulsa la economía global con un incremento en ventas y turismo, también aumenta la exposición de empresas y consumidores a una variedad de riesgos en un entorno globalizado y tecnológicamente dependiente.
Con el incremento de la criminalidad organizada es vital adoptar un enfoque de riesgo sistémico para entender y mitigar los efectos en cascada que pueden surgir. Por esta razón, Prosegur desarrolló un informe detallando los principales riesgos para 3 tipos de seguridad en esta temporada:
- Seguridad física y medioambiental
- Gestión de masas: El aumento de afluencia en eventos y espacios públicos incrementa el riesgo de incidentes, como fiestas de fin de año y encendidos navideños.
- Hurtos y robos: Se puede dar un incremento en delitos contra la propiedad, incluyendo atracos a personas y robos en domicilios o establecimientos.
- Eventos climáticos extremos: Fenómenos meteorológicos pueden provocar daños significativos en algunas zonas del país que puedan ser propensas a ellos.
- Fraudes y estafas: Especialmente en devoluciones y compras online.
- Pérdida desconocida: Incluye hurtos internos, externos y errores administrativos.
- Seguridad tecnológica
- Digitalización: Aumenta el riesgo a ciberataques y fraudes digitales durante la temporada de fin de año.
- Phishing y fraude del CEO: Engaños a empleados para obtener acceso ilegítimo a sistemas y fondos.
- Ransomware: Malware que restringe el acceso a sistemas o datos hasta recibir un rescate.
- Denegación de servicio: Ataques que buscan inutilizar sistemas y redes.
- Seguridad Sociopolítica y Económica
- Geoeconomía e interdependencia internacional: La dinámica entre políticas económicas y relaciones internacionales puede causar inestabilidad en las cadenas de suministro.
- Cadena de suministro: Conflictos geopolíticos y desastres naturales pueden perturbarla, afectando su disponibilidad y costos asociados.
- Aumento de precios y tipos de interés: La inflación y cambios en políticas monetarias pueden impactar el consumo.