Las experiencias inmersivas, o el llamado Inmersive CX, se están convirtiendo rápidamente en un diferenciador clave para que las marcas sigan siendo competitivas, asimismo, que contribuye a garantizar la lealtad de los clientes.
Ello, porque los clientes tienen grandes expectativas, poca paciencia y muchas opciones cuando se trata de elegir con quién comprar o adquirir un servicio.
Y para seguir entre las preferencias del cliente, invertir en tecnología siempre es la opción, sobre todo para crear experiencias inmersivas y fluidas.
Según un informe global de tendencias de experiencia del cliente (CX), de Zendesk, crear experiencias inmersivas y fluidas son también fundamentales para impulsar la adquisición y la rentabilidad de las marcas.
Ejemplo de ello es el aumento de la inversión en Inteligencia Artificial (IA), pues los clientes han pasado de solo interactuar con bots de manera regular, a experimentar mejoras de calidad en el servicio al cliente (72%).
Incluso consideran que los bots funcionan bien al responder consultas simples, con mayor rapidez que los agentes humanos y son confiables para mostrar información precisa y útil, publicó RetailersMX.
También se menciona que el 75% de los clientes espera que las interacciones de IA se vuelvan más naturales y parecidas a las humanas con el tiempo, y que la evolución ideal de IA les permitirá hacer preguntas cada vez más complejas.