Una de las máximas de la abogacía es “más vale un mal acuerdo que un buen pleito”. Lo anterior, debido a que en días pasados, el Presidente de México hizo un llamado a las empresas internacionales a que se acerquen al gobierno federal para iniciar un diálogo, antes de llegar a los juicios penales.

“Aun cuando ya es ilegal (generar energías limpias) hago un llamado a estas empresas para que nos sentemos a ver cómo vamos a resolver el problema, porque yo tengo que aplicar la ley, porque si no me convierto en cómplice. Ya hay un marco legal’’, dijo el miércoles desde Palacio Nacional.

Debido a los drásticos cambios económicos derivados de la invasión de Rusia a Ucrania y los intempestivos cambios en la política económica de México, influenciada por las políticas de corte populista, se espera que en los próximos meses se incremente el uso de diversos mecanismos legales que acompañarían largos juicios o la posposición de éstos.

La vía para incurrir a tribunales y debido a la saturación y burocracia, se resolverían en un periodo prolongado, lo cual puede ser grave para todos, aunque ya hay paneles de solución de controversias, que pueden resolver las diferencias en el acto y otras opciones, como el arbitraje.

Según el despacho de abogados Santamarina y Steta, aquellos que reciben insumos en sus cadenas de suministros, como sectores como construcción y automotriz, se verán inmediatamente afectados por alzas en precio del acero, combustibles y otras muchas materias primas e insumos estratégicos, con lo que incurrirían en retrasos y en un aumento inesperado de precios, detonando un clima de incumplimientos.

“Será muy dañino para quienes no se hayan preparado con un kit de guerra legal que les permita prever esta situación en sus contratos, resolver sus controversias y salir adelante”, destacó Roberto Fernández del Valle, socio del área de controversias de la firma legal.

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El abogado listó las principales acciones a seguir para que las empresas mexicanas sorteen mejor las nuevas condiciones económicas y comerciales del mundo:

1. Revisar contratos a la luz de la situación de clientes potenciales, proveedores y materias provenientes del extranjero

2. Calcular escenarios de riesgo en la logística de producción, tiempos y retrasos en la entregas de materias primas e insumos

3. Calcular y prever las consecuencias de incumplimiento de todas y cada una de las partes de la cadena de suministro

4. Dimensionar las consecuencias de que la propia empresa caiga en incumplimiento con terceros, así como el cálculo del costo de indemnizaciones y multas, entre otros aspectos

5. Hacer una revisión general de la empresa, para evitar complicaciones domésticas adicionales

6. Definir las medidas a tomar en cada caso y los medios legales para la solución de controversias

El especialista subrayó que hasta el momento, las empresas mexicanas en general se han atrincherado y no se mueven, en espera de que mejore el panorama general de los negocios.

Sin embargo, pronosticó que correrán la mejor suerte aquellas que se impulsen hacia adelante y atajen las consecuencias legales del incumplimiento desde sus fases tempranas.

“Queda claro es que se está dando un impacto importante en las cadenas de suministro, que se acentuará en las siguientes semanas. Lo anterior se sumará al cierre de mercados por pandemia, crisis económica, una inflación global generalizada y escasez de materias primas por las restricciones económicas para Rusia, Europa y los Estados Unidos. La gente no está saliendo a trabajar, hay empresas sin actividad y los puertos y varios barcos están varados”, afirmó.