Una startup es una empresa que es compatible con las pequeñas y medianas empresas (pymes), pero cuenta con elementos propios de escalabilidad, además sus operaciones se apoyan en la tecnología y tiene el potencial para innovar en su sector.
Apesar de las similitudes, una startup no es lo mismo que una pyme convencional. Para alcanzar su máximo potencial, necesitan tener claro su modelo de negocio, asegurarse de tener un producto o servicio innovador y disruptivo, adquirir experiencia en el mercado y, lo más importante, encontrar aliados estratégicos.
En cuanto al financiamiento, para obtener fondos para una startup, los emprendedores deben de tomar en consideración:
- Ofrecer una propuesta de valor
- Integrantes que le dediquen el mayor tiempo posible al desarrollo del negocio
- Proyecciones claras
- Un buen ‘pitch’
- Estructura financiera y legal sólidas
Los emprendedores detrás de una startup, además de encargarse del core de su negocio, deben de ocuparse de otras tareas de corte burocrático, jurídico y financiero.
En este sentido, ACAD desarrolló la metodología 6G para que las startups se acerquen a fondeadores e inversionistas. Por medio de ésta se busca que las startups se institucionalicen y se preparen para recibir inversión y crecer, sin que se tengan que corporativizar.
La metodología contempla:
1. Implementar gobierno corporativo, es decir, establecer procedimientos, reglas y principios que rijan la estructura del negocio. De esta manera se definen las relaciones entre los diferentes consejos, los accionistas, la junta directiva, etcétera, para que, de manera conjunta, se tomen las mejores decisiones para la empresa.
- Hacer una planeación estratégica y definir los objetivos y qué estrategias y acciones se implementarán para conseguirlos.
- Seguimiento y evaluación de la planeación estratégica.
- Analizar cuánto dinero se requiere y para qué se necesita la inversión.
- Realizar la documentación del plan de negocio de la startup.
- Hacer un análisis financiero sobre el estado de la compañía e integrar toda la información.
Una vez con todos los datos, la empresa puede salir en busca de fondeadores e inversionistas.
“Conseguir inversión es un paso vital para el desarrollo y la expansión de una startup. Para alcanzar este objetivo es importante que los inversionistas estén convencidos del proyecto, pero también que la estructura de la empresa facilite el proceso, de otra manera las oportunidades se pueden ir. En pocas palabras, las startups deben de institucionalizarse y poner en orden todo antes de ir en busca de inversión”, señala Guillermo Cruz, presidente de ACAD y fundador de Asesores de Consejo y Alta Dirección.