De acuerdo con especialistas, en el 2020 las edificaciones existentes en el mundo consumieron el 28% de la energía total global y son responsables del 38% de las emisiones del dióxido de carbono en el ambiente.
La Alianza Global por Edificios y la Construcción refiere que en el 2019 la emisión contaminante del sector alcanzó los niveles más altos de su historia, que se redujeron ligeramente en el año pasado gracias al confinamiento derivado del COVID-19.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca que en el 2050 la emisión de contaminantes de los edificios sea nula. Y menciona que los gobiernos y las organizaciones públicas y privadas deben comprometerse a alcanzar este objetivo.
“Gobiernos junto con organizaciones públicas y privadas deben realizar evaluaciones de sus contribuciones a emisiones de carbono y desarrollar estrategias detalladas desde las cuales apoyar la transición a un inventario de construcción global de carbono neto cero”.
Así, recomienda a los gobiernos intensificar los compromisos globales ambientales, priorizar los códigos de construcción con medidas sustentables y medidas de certificación. Y a las organizaciones, adoptar la economía circular para reducir la demanda de materiales para construir.
“También significa incorporar principios de salud en el desarrollo de nuevos edificios y rehabilitación de hogares para proteger a los ocupantes”, refiere el documento que retoma EL CEO.