Ante el incremento de casos confirmados de COVID-19 en Nuevo León, las autoridades decidieron realizar un ajuste a la movilidad en la entidad entre semana, de diez de la noche a cinco de la madrugada; asimismo, un aislamiento durante sábados y domingos. De esta forma, a partir del viernes, comercios, servicios y mercados ambulantes con actividades no esenciales suspenden actividades sábados y domingos, y de lunes a viernes de 10 de la noche a 5 de la mañana.
Y los restaurantes solo podrán dar servicio a domicilio los sábados y domingos, y no podrán abrir de las diez de la noche a las cinco de la madrugada. También, se va a considerar como justificada la presencia en la vía pública solo por motivos de fuerza mayor, después de las diez de la noche; como traslados para la compra de medicamentos, alimentos para llevar en restaurantes o negocios de venta de comida y el traslado a centros de trabajo del sector esencial.
Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, recalcó en conferencia de prensa, que en la entidad "no hay toque de queda", pero sí habrá medidas restrictivas de movilidad; con el fin de reducir los casos positivos del virus, las muertes y las hospitalizaciones.
Por su parte, Manuel de la O. Cavazos, titular del Secretario de Salud estatal, comentó que el problema es que el incremento de la ocupación en hospitales privados y públicos; por ello, se analiza la posibilidad de adaptar espacios, como Cintermex y el Parque Niños Héroes, para atender a la población que se contagie.
De acuerdo con las cifras estatales, Nuevo León ocupa el tercer lugar en el país en número de contagios, detrás de la Ciudad de México y el Estado de México, con 11 mil 752 casos confirmados de COVID-19; 693 de ellos registrados apenas el 1 de julio, así como 13 defunciones.