Starship, la nave que promete ser el próximo buque insignia de SpaceX está siendo actualmente desarrollada en las instalaciones de la compañía de Elon Musk en Boca Chica, Texas.
A poco más de dos semanas de hacer historia con el lanzamiento del cohete Falcon 9 con la cápsula Crew Dragon, Elon Musk apunta a un nuevo objetivo: Una colonia en la luna, para lo que la compañía le está dando prioridad a la construcción de Starship, su nave espacial de próxima generación; esto, sin despegar la vista de la misión actual, que involucra el sano retorno de los astronautas Doug Hurley y Bob Behknen a la Tierra.
Un proyecto de vuelo espacial privado
Starship nació como un concepto desarrollado por SpaceX para ser una nave espacial reutilizable fabricada con tecnología de última generación. Inició su producción y pruebas en 2019 en Boca Chica; desarrollada al mismo tiempo por un segundo equipo en la sede de la compañía en Florida.
Desde finales del año pasado, ambos equipos se unieron para realizar pruebas y prototipos, en las que también se han enfrentado a fallos y explosiones. Si bien aún queda camino por recorrer, Starship es la pieza fundamental con la que Elon Musk pretende transportar hasta 100 personas y cargamento a la órbita terrestre, la Luna o Marte.
Actualmente, únicamente se han hecho pruebas con prototipos a escala de la famosa nave, como Spaceship o Starhopper, el SN5, SN6 y ya se trabaja en el SN7.
Cabe destacar que, para los viajes al espacio profundo, SpaceX tiene planeado iniciar con el nombrado cohete Super Heavy, con el objetivo de que éste junto con el Falcon 9 sean reemplazados por Starship en el futuro. Lo anterior, tendría como finalidad una importante reducción de costos tras unificar las líneas de producción y la reutilización de naves.
La NASA alimenta el sueño de Musk
Una futura colonia en la Luna podría ocurrir en algunos años y sería llevada a cabo por la NASA y un grupo de empresas privadas entre las que se encontraría SpaceX tras el éxito histórico de la misión Demo-2 hace ya casi dos semanas.
Al respecto, el pasado 8 de junio, Jim Bridenstine, administrador de la NASA designado por el presidente estadounidense Donald Trump desde 2017, escribió en su cuenta personal de Twitter: “El éxito en el ahorro de costos del programa Commercial Crew está basado en el establecimiento de requisitos de alto nivel de la NASA y en dejar que las empresas privadas innoven. Para la base luna Artemis Moon, la NASA establecerá un costo por tonelada transportada y, una vez más, permitirá que las empresas privadas innoven”.
Si bien uno de los principales impedimentos que podrían surgir para una colonización en la Luna, están la capacidad de encontrar agua suficiente y de calidad que satisfaga las necesidades de los que la habiten, la NASA y la compañía Astrobotic ya se encuentran desarrollando un vehículo no tripulado cuya misión será encontrarla.
Según informes de la propia Agencia Espacial de Estados Unidos, este lanzamiento se daría a lo largo de 2023 para un año después, siguiendo al pie lo que dicta la misión Artemis, mandar astronautas a un nuevo alunizaje.
Artemis, la misión que promete llevar humanos a la Luna
En 2019 la NASA anunció una misión que promete una nueva llegada a la Luna para 2024, incluida la primera mujer.
Fue entonces que a inicios de este año se dieron a conocer a las compañías privadas que se encargarán de fabricar los landers lunares, que permitirán llevar a los astronautas desde la órbita lunar a su superficie y de regreso: SpaceX de Elon Musk, Blue Origin de Jeff Bezos y Dynetics.