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Las autoridades señalaron que en varias provincias chinas, serán cerrados nuevamente sitios culturales y deportivos.

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Un rebrote de 79 casos de COVID-19 en algunos barrios de Beijing, en China, obligó a decretar nuevos confinamientos en áreas residenciales y a realizar pruebas suplementarias. Por lo que se restablecieron los controles de temperatura que habían dejado de realizarse en estas áreas y en edificios de oficinas.

El ministerio de Salud reportó 49 nuevos casos en todo el país. Entre éstos, 36 están vinculados al mercado mayorista de Xinfadi, en el sur del municipio, lo que alimenta temores sobre una segunda oleada epidémica. Este mercado aprovisiona a gran parte de la capital. Por lo tanto, se ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas; y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes para garantizar la no contaminación.

Además, varias provincias chinas están redoblando las inspecciones de carnes, pescados y mariscos frescos y congelados, incluyendo productos importados, después de la detección de casos en Beijing.

Mientras que los sitios culturales y deportivos serán cerrados nuevamente. Asimismo, los puntos de venta y las escuelas aledañas; y las autoridades ordenaron el confinamiento en diez zonas residenciales cercanas.

En este contexto, el gobierno municipal despidió a un jefe de distrito y a otros dos funcionarios por no ser capaces de impedir el nuevo brote del virus, en el mercado mayorista de Xinfadi. Así como a Wang Hua, secretario del Partido Comunista de China (PCCh) y a Zhang Yuelin, gerente de mercado. Cabe destacar que  el rebrote se produjo una semana después de que las autoridades flexibilizaron el nivel de emergencia sanitaria, del nivel dos al tres, el pasado 6 de junio.

/Con información de Expansión./