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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, señaló que este tipo de ventas presentaron en febrero un incremento de 2.5%, respecto al segundo mes de un año atrás.

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Las ventas minoristas presentaron en febrero un incremento de 2.5% respecto al segundo mes de un año atrás, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); sin embargo, por ser año bisiesto hubo un sesgo a la alza, beneficiando principalmente las ventas en supermercados y tiendas departamentales, pero si se elimina éste el reporte habría sido una contracción anual de 0.2 por ciento.

Analistas de Banorte apuntaron que “las cifras más oportunas apuntan a mayor debilidad de varios sectores en marzo, particularmente relacionados a autos y otros bienes no esenciales, mientras que alimentos y bebidas mejoraron”

Agregaron que “van a prevalecer fuertes presiones en los próximos meses (marzo, abril y mayo), una vez que el choque por el paro de la actividad permee no sólo en bienes duraderos, sino también en ventas de bienes no duraderos”. 

Precisaron que la tendencia general desde marzo debería ser de baja, con los fundamentales para el consumo deteriorándose significativamente por la incertidumbre y el choque a la economía producto de la pandemia de COVID-19.

Describieron como las cifras más oportunas muestran que las ventas caerán con fuerza el próximo mes (marzo), al menos en algunos sectores clave. Las ventas en mismas tiendas de la ANTAD disminuyeron 2.1% anual en términos reales, pero donde los supermercados aumentaron 18.1%, impulsados por compras preventivas en la parte ‘temprana’ de la pandemia; en contraste, las tiendas departamentales y especializadas cayeron 21.5% y 6.1%, respectivamente.

Adicionalmente, señalaron que los reportes de la asociación de vendedores de hidrocarburos (ONEXPO) apuntan a una caída de 50% en las últimas semanas de marzo, mientras que las ventas de vehículos se contrajeron 25.5%, lo cual debería de resultar en un impacto considerable en las ventas del rubro automotriz. Por lo tanto, no se descarta que las ventas de otros bienes duraderos, así como de otros bienes no duraderos no esenciales, también disminuyan.