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La compañía británica no pudo alcanzar un convenio de financiamiento para seguir operando y se declaró en bancarrota la madrugada de este lunes.

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Después 178 años de antigüedad, la compañía británica Thomas Cook se declaró completamente en quiebra la madrugada de este lunes, tras negociar todo el fin de semana una inyección de capital de 200 millones de libras. Tras el cierre repentino del operador turístico, las autoridades se vieron obligadas a lanzar una operación que permitiera repatriar a 600 mil clientes que quedaron varados en España, Cuba y otros destinos.

Thomas Cook, compañía que era turoperador y aerolínea a la vez, contaba con aproximadamente 22 mil empleados en todo el mundo y una facturación anual de 10 mil millones de libras; es decir, 12 mil 470 millones de dólares. Por otra parte, Condor, la empresa alemana con sede en Fráncfort, anunció que sus operaciones de vuelos se mantendrán a pesar de la quiebra de su sociedad matriz; esto, tras pedir un préstamo de urgencia al gobierno alemán.

“Condor sigue operando como sociedad alemana. Para evitar una falta de liquidez, se pidió un préstamo garantizado por el Estado. El gobierno alemán examina esta cuestión”, pronunció la compañía al respecto. En las primeras horas del lunes, autoridades británicas comenzaron a organizar el retorno de más de 150 mil turistas del Reino Unido, considerada la mayor operación de repatriación realizada por el país en tiempos de paz; siendo dos veces superior a la efectuada hace dos años tras la quiebra de la aerolínea Monarch, cuyas oficinas centrales se ubicaban en Inglaterra.

"Todos los pasajeros actualmente en el exterior con Thomas Cook y que tenían reservas para retornar al Reino Unido en las próximas dos semanas, serán traídos a casa en fecha tan próxima a sus reservas como sea posible", afirmó el gobierno británico. Se activó un plan urgente nombrado “Operación Matterhorn”, en el que, aviones movilizados por la Autoridad Británica de Aviación Civil (CAA, por sus siglas en inglés), empezaron a despegar desde Palma de Mallorca, España. Aquellos turistas británicos varados en Cuba, Turquía, Grecia y Túnez, viajarán en aviones prestados por otras aerolíneas.