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ECONOMÍA MEXICANA


Desaceleración sin crisis financiera

Aunque llevamos más de una década de estabilidad macroeconómica y hemos transitado dos administraciones federales sin crisis recurrentes, el recuerdo de éstas se ha apoderado de empresas y la sociedad en su conjunto, lo que explica la incertidumbre que se vive. Sin embargo, es muy importante considerar las grandes diferencias entre las denominadas crisis recurrentes y la actual, porque ello sin duda nos dará un escenario más claro de lo que puede pasar a la economía y los negocios en el corto plazo, es decir, en lo que queda de 2008 y para todo 2009.

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Prácticamente todos los economistas del país reconocen que es muy difícil hacer pronósticos justo en medio de la parte más álgida de la volatilidad financiera internacional, pero lo que sí destacan es que debemos hacer una comparación entre las crisis mexicanas del periodo 1976- 1995, con la actual situación, lo que nos permitirá tener más claro cómo la economía mexicana se podrá defender del embate internacional.

• Primero que nada, las crisis recurrentes que conocemos en nuestra historia económica tuvieron su origen internamente. La crisis actual se origina en Estados Unidos y ha contagiado a todo el mundo.

• Las crisis mexicanas del pasado tuvieron su origen primordialmente en un elevado déficit de finanzas públicas, un alto endeudamiento externo y un elevado déficit de las cuentas externas.

• Hoy, las finanzas públicas están en equilibrio, a tal grado que en el presupuesto para el 2009 se está autorizando un déficit equivalente a 1.8 por ciento del PIB para incrementar el gasto en inversión y, con ello, estimular un poco el crecimiento.

 • La deuda externa bruta del sector público está bajo control y los vencimien tos de deuda, de lo que queda del 2008 y 2009 están ya refinanciados. En diciembre de 1995, la deuda externa pública totalizó 100 mil 933.7 mdd, al cierre de agosto pasado fue de 56 mil 460.4 mdd. Por lo mismo, el Gobierno federal no tiene necesidad de financiamiento internacional y no nos afecta el comportamiento de las tasas de interés internacionales.

• El déficit externo (cuenta corriente) al cierre de 1994 representó el equivalente a 7.0 por ciento del PIB, a mitad del año en curso no superó el 0.6 por ciento del PIB.

• Hoy tenemos una política cambiaria de libre flotación, mientras que en la más reciente crisis se movía en forma semifija, dentro de una banda de flotación predeterminada.

• Hoy contamos con un Banco Central con mucha credibilidad y con autonomía en la política monetaria, lo cual no sucedía antes de 1995.

• Las reservas internacionales del Banco de México prácticamente se agotaron en la crisis más reciente (diciembre de 1994), mientras ahora se acercaron a los 90 mil millones de dólares antes de la intervención del Banco de México (Banxico) en el mercado cambiario, para subastar dólares y eliminar la especulación cambiaria de la primera quincena de octubre que desató la crisis financiera internacional.

• En la crisis de 1994-1995, el sistema financiero mexicano estaba poco capitalizado y con mucha exposición al riesgo. Hoy, la banca está bien capitalizada y con prácticas diarias de administración y medición de riesgos.

• Debido a las condiciones de estabilidad macroeconómica, el Gobierno federal tiene la posibilidad de aplicar políticas contracíclicas para tratar de contrarrestar los efectos negativos de la crisis financiera internacional, lo que no sucedía en el pasado, incluso en 2001-2002 cuando Estados Unidos cayó en recesión.

• También debido a la estabilidad macroeconómica, por el control de la inflación de los últimos, la población ha recuperado un poco de su capacidad de compra, que se fortaleció en los años más recientes con la disponibilidad de crédito.

• Aunque en los dos últimos años ha repuntado la infl ación, la misma crisis mundial permitirá que tanto los energéticos como los alimentos, (las dos principales fuentes de presión) moderarán sus precios de aquí a 2009.

• Políticamente también hay grandes diferencias: el año 1994 inició con atomización social debido al levantamiento armado en Chiapas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Ese mismo año asesinaron al candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio, quien sería el próximo presidente; también asesinaron al presidente del PRI, José Francisco Ruiz Massieu. A diferencia de ello, en 2008, los tres grandes partidos políticos han avalado la política económica anticrisis del presiente Calderón y las tres mismas fuerzas políticas están muy avanzadas y han mostrado acuerdos para llevar a cabo, en forma consensuada, una Reforma Energética.

Todos y cada uno de estos elementos actuarán en favor de la economía mexicana, le ofrecen una condición defensiva frente a la crisis internacional, pero sin que ello quiera decir que no le afectará a México en el contexto internacional, sino que será un efecto menos adverso que todas las crisis del pasado. Para la firma Capem Oxford Economic Forecasting (Capem), “a diferencia de las crisis de 1976, 1982, 1987 y 1994, México llega con los equilibrios fundamentales en niveles manejables... Por lo cual la economía mexicana podrá desacelerarse, entrar en recesión o sufrir de presiones inflacionarias, todo ello sin caer nuevamente en crisis”.


Distrito Financiero de Nueva York.

¿Por dónde pegará la crisis internacional?

Independientemente de la volatilidad financiera interna, que es el efecto inmediato, el crecimiento económico se verá afectado debido a:

• El pobre crecimiento de Estados Unidos o la recesión que vivirá. Sin duda contraerá la demanda de productos mexicanos (exportaciones).  

• Por la misma razón, las remesas que envían los mexicanos en Estados Unidos a sus familias también se contraerán.

• Ambos elementos generarán una menor demanda interna.

• El ambiente de incertidumbre genera que la población sea muy prudente en su consumo, es decir, la incertidumbre hace que la gente consuma menos. La incertidumbre de perder el empleo genera menores gastos.

• Adicionalmente, un menor crecimiento generará un menor número de empleos, aunque como buena parte de la inversión pública se canalizará a la creación de infraestructura. Hay que recordar que la industria de la construcción es intensiva de empleo.


Plataforma Petrolera.

PRONÓSTICOS

En opinión de Capem, “los efectos de la crisis mundial, incidirán en los sectores reales de las economías desarrolladas y de los países emergentes, que seguirán padeciendo presiones inflacionarias ahora por el ajuste de sus monedas. En Estados Unidos, se acentuó la debilidad de su industria y de su desarrollo interno afectando el mercado laboral, que impactará el consumo y la actividad económica en general”. Sobre México, un análisis de la fi rma consultora señaló que “los sectores más afectados serán los relacionados directamente con la economía estadunidense: las manufacturas, el turismo, los ingresos por remesas de los braceros y los derivados de las expectativas; la inversión y en especial la construcción, y en menor grado los servicios.

De acuerdo con Capem, durante el tercer trimestre de 2008 la economía mexicana creció a un ritmo anual de 1.5 por ciento y en el último trimestre lo hará en 0.4 por ciento. Bajo dichas consideraciones, Capem pronosticó que en 2008 el Producto Interno Bruto de México (PIB), crecerá 1.8 por ciento, para 2009 lo hará en apenas 0.7 por ciento.

La moderación del crecimiento de la economía mexicana se fundamenta en el efecto que tendrá sobre la industria, el turismo y las remesas del ciclo económico estadunidense así como la pérdida de vigor de los determinantes del mercado interno: el empleo, los salarios reales y el crédito al consumo. Por otra parte, la encuesta que mensualmente realiza el Banxico entre analistas del sector privado y que dio a conocer el primer día de octubre, señaló que el PIB del tercer trimestre será de 1.89 por ciento y para el cuarto de 2.04 por ciento, por lo tanto, el pronóstico de la encuesta para todo el año 2008 se ajustó de 2.41 en septiembre a 2.32 por ciento en octubre. Sin embargo, como este último resultado fue previo a los días de gran volatilidad financiera, es muy probable que en la siguiente encuesta, que se conocerá el primer día de noviembre, veremos mayores ajustes a la baja en estos pronósticos.

Es importante señalar que al cierre de la presente edición, buena parte de las áreas de análisis de instituciones financieras y empresas que se dedican a hacer pronósticos económicos estaban en plena revisión de los mismos, y que iremos publicando en próximas ediciones.