|  

Desde su fundación en 1325, la Ciudad de México ha sufrido una cantidad inconmensurable de transformaciones a lo largo de su historia. La más reciente ocurrió al inicio de 2002, cuando la conjunción de la voluntad política, en franca alianza con la Iniciativa Privada -representada esencialmente por Grupo Carso-, revitalizó al Centro Histórico de la Ciudad de México, para devolverle su antiguo esplendor. 

Un mercado que por décadas había sido dominado por un puñado de empresas, sólo podía ser removido en su estructura por algo más que un grande: Dos gigantes de la infraestructura y la construcción. Así que poco a poco y sin demasiado ruido de por medio, este par de jóvenes empresas han abierto camino y hoy pelean palmo a palmo, los más grandes y jugosos contratos de éste, al que se ha dado por llamar: El sexenio de la infraestructura.

Cuentan biógrafos del empresario mexicano, que recién egresado de la Facultad de Ingeniería y con apenas 25 años a cuestas, ya había fundado su primera empresa, Inversora Bursátil, y dos años después con Promotora Hogar comenzó a comercializar viviendas y maquinaria de construcción, punto desde el que se vio envuelto en una vorágine de éxito, que hoy lo coloca como uno de los empresarios más visionarios del mundo. Esta es -a grosso modo-, la crónica de una vida de éxito. 

Infraestructura, el cimiento económico:la construcción se defiende de la recesión

La eficiencia que pueda tener el gasto público en infraestructura y la posibilidad de que la inversión privada tenga condiciones de financiamiento para complementar la primera, será muy importante para determinar el crecimiento de la industria de la construcción en 2009.

Después de la tormenta, trajimos la calma.

Con ráfagas de vientos que promediaban los 176 km/h, estacionadas sobre una localidad por un lapso que superó las 36 horas, lo menos que se esperaba, era encontrar un Cancún desolado y totalmente destruido, y el pronóstico se confirmó.