La extraordinaria transformación de nuestra ciudad es digna de revisión. Contiene una historia que puede leerse a través de sus colonias, adiciones urbanas y tiempo, donde cada generación agrega más novedades.
La ciudad de México ha vivido un sorprendente crecimiento durante las pasadas décadas. La zona de Polanco –con todo y los nuevos desarrollos que retoman su nombre– es un ejemplo que fascina.
El Rancho de Polanco desde el siglo XVII ya formaba parte de la extensa hacienda de San Juan de Dios, mejor conocida como “Hacienda de los morales” –no por haber sido propiedad de una familia Morales, sino por haber estado sembrada con plantas de morera (Morus alba), que la comunidad conocía como mata de mora o morales–, y que desde 1920 comenzó a ser repartida entre los herederos de Eduardo Cuevas Rubio, quien la había adquirido en 1880.
La fracción quinta de la extensa propiedad vería aparecer en sus lomas y tierras de labranza las colonias Chapultepec Heights entre 1925 y 1926, sobre la Loma Bella Vista (ahora Lomas de Chapultepec); y Chapultepec-Polanco en 1938, contigua a los restos de la “Casa arruinada de Polanco”.
Además, la hacienda cedió también otros terrenos a la Chapultepec Heights Company, que desde 1924 se ostentaba como propietaria de “La Joya” (en parte de los terrenos donde hoy se encuentra la Colonia Granada); la Loma Hermosa (actualmente las colonias Irrigación y Lomas de Sotelo); la Loma Azul (fracción sur del Campo Militar N° 1) y la llamada Loma del Rey (donde actualmente se encuentran el Campo Militar, el Club de golf Chapultepec y las Lomas del Huizachal).
Rafael Fierro Gossman
Nació en la Ciudad de México. Es un enamorado de la arquitectura, por lo que se ha dedicado a su enseñanza, difusión y proyecto. Es arquitecto y maestro en Historia por la Universidad Iberoamericana. Ha dictado cátedra en la Universidad Anáhuac, el Instituto Cultural Helénico, la Casa Lamm y la Unidad de Posgrado de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Entre sus publicaciones destacan “La gran corriente ornamental del siglo XX”, retrato de la arquitectura neocolonial de la ciudad de México; “Una casona de la Colonia Roma” para el gobierno de Quintana Roo; “Templo del Colegio máximo de San Pedro y San Pablo del Museo de la Luz. 400 años de Historia”, recuento de la historia del edificio jesuita; y “Cavas de México” en sus ediciones de 2003 y 2008, entre otras.
Desde hace varios años publica los blogs “Polanco Ayer y Hoy” y el muy popular “Grandes Casas de México” que cuenta con millones de visitas.
Campus universitario
En 1929, el presidente Pascual Ortiz Rubio había autorizado la erogación de 625,000 pesos para la compra de los terrenos en la Loma de San Isidro, donde se edificaría la nueva Ciudad Universitaria. Ese proyecto no prosperó y hubo que esperar hasta 1950 para que el campus se construyera en las tierras yermas del Pedregal de San Ángel; aunque finalmente esos terrenos frente a “Los Morales” verían nacer en sus límites —entre el Estado de México y lo que era el Distrito Federal— el Campo Militar N° 1, el Hipódromo de las Américas, algunas secciones urbanizadas en la colonia Residencial Militar, los edificios del Hospital Central Militar y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Por esos años, el casco de la antigua hacienda seguía siendo residencia de la familia de Eduardo Cuevas Lascurain, que estaba rodeada por algunas tierras de cultivo que conservaría la familia hasta comenzar los años 50.
En 1948, el casco de la todavía “Hacienda de los morales” tenía el número 86 de la Avenida del Castillo, amplia avenida entre Las Lomas de Chapultepec y Polanco que se transformaría en los años 60 en parte del Boulevard Manuel Ávila Camacho que desde entonces conocemos como Anillo Periférico, y que recibió el Segundo Piso en 2012, para transformarse en la Autopista Urbana Norte.
La urbanización que hoy llamamos simplemente Polanco se forjó en varias etapas. Había sido antecedida por una subdivisión llamada Colonia del Bosque de Chapultepec en lo que actualmente es Sección Bosque de Chapultepec, que comprende de Rubén Darío a Presidente Masaryk, incluyendo las calles de Polanco, Tres Picos, Andersen y Lord Byron, desarrollada por Alberto Cuevas Lascurain.
Frente a la que entonces se conocía como Calzada de la Exposición y que hoy es Paseo de la Reforma, se habían edificado las residencias de Ramón Beteta (en un terreno que hoy ocupan los hoteles Hyatt Regency e Intercontinental Presidente), la del General Joaquín Amaro (calles Andrés Bello y Jorge Elliot, así como los hoteles W y JW Mariott, y la Torre Forum) y otra casa de la familia Cuevas (lugar actual del Centro Asturiano).
La gráfica aérea que se muestra a doble plana (página anterior) fue tomada por la Compañía Mexicana de Aerofoto en 1941.
En ella se muestra el área que circunda al fraccionamiento Chapultepec-Polanco. Abajo a la izquierda, está el fraccionamiento Lomas de Chapultepec atravesadas por el camellón y arbolado de la aún entonces Prolongación Paseo de la Reforma. Abajo al centro, está la segunda sección del Bosque de Chapultepec y el rectángulo de lo que entonces era el Polo Club con sus dos campos de juego (en el de la derecha de edificó el Auditorio Nacional en 1953) y al centro la Casa Club que se transformaría en el Casino Militar. Abajo a la derecha, puede verse el Bosque de Chapultepec con el trazo del Paseo de la Reforma que remata en el Castillo de Chapultepec (que había dejado de ser residencia presidencial) y la avenida Melchor Ocampo, que ahora forma parte del Circuito Interior.
A extrema derecha, al centro, aparecen los terrenos del Rancho de Anzures divididos por el río San Joaquín (que sirvió para el trazo de la avenida Thiers), donde la sección sur —o Nueva Anzures— ya se había urbanizado. Destaca el edificio del American British Coldwell —Hospital Inglés— (en lo que hoy es el Hotel Camino Real). Esa sección triangular está limitada por la entonces Calzada Chapultepec-Popotla o actual Avenida Mariano Escobedo.
A la extrema izquierda, sobre la Loma de San Isidro, se distingue el edificio del Hospital Central Militar, edificado en 1939. A su lado se construiría la Sedena y hacia el sur las colonias Residencial Militar y Reforma Social.
Arriba al centro se distinguen la avenida Miguel de Cervantes Saavedra, el trazo del Ferrocarril de Cuernavaca y el cauce del Río San Joaquín, en los que destacan los amplios terrenos de la Beneficencia Española, que hoy conocemos como Hospital Español y que cedió una parte de su predio a Gigante, donde se edificó Miyana. A la izquierda aparece el edificio de la planta General Motors (actualmente con un edificio de oficinas y Antara) así como la planta General Popo donde se edificó Plaza Polanco. A la extrema derecha se distingue parte de la Colonia Verónica Anzures.
Al centro de la imagen, los terrenos de cultivo de la Hacienda de San Juan de Dios “de los morales” (se indica el sitio donde hasta la fecha se encuentra el Casco de la hacienda) y en la parte baja el Súper Fraccionamiento Chapultepec-Polanco que se inauguró en 1938.
Al sur, el desarrollo limitaba con el río de Los morales, por lo que actualmente es la Avenida Campos Elíseos, por cuyo origen terminó con un trazo sinuoso; hacia el norte estaba las Haciendas de los morales y La Teja, que entonces se llamaba Avenida Salomón y que ahora es Tomás Garrigue Masaryk. Al poniente, el fraccionamiento Chapultepec-Polanco terminaba en la avenida Moliére, y hacia el oriente su límite era lo que hoy llamamos Avenida Arquímedes y que retomaba el trazo de la Calzada del Paredón.
En aquellos terrenos de cultivo, la Avenida Horacio se trazó sobre un camino de labranza en el que se había tendido la vía de un pequeño ferrocarril desarrollado por Henry Decauville, alrededor de 1880, para transportar hortalizas, y estaba bordeado de árboles cortaviento; de ahí algunos de los enormes cipreses que aún se conservan sobre la avenida. En los terrenos que la familia Cuevas conservó hasta el final, se desarrollaron en los años sesenta las secciones Los Morales y Del Bosque, sobre el triángulo que forman el anillo Periférico, la Avenida Ejército Nacional Mexicano y el viejo trazo de la Avenida del Ferrocarril de Cuernavaca.
Hábiles fraccionadores
Para 1937, la sociedad “De la Lama y Basurto” que años atrás habían fraccionado el Hipódromo de la Condesa, se encargaron de la comercialización de Lomas de Chapultepec, con la urbanización de un nuevo desarrollo que tomaría el nombre del rancho que muchos años atrás había estado al otro lado de un río que hoy llamamos Avenida Campos Elíseos.
Esa zona de la ciudad, con una superficie que apenas sobrepasa los 31 kilómetros cuadrados (km²), es digna de revisión. Chapultepec-Polanco sería el nuevo súper fraccionamiento de calles asfaltadas (o petrolizadas con el novedoso sistema McAdam para mejorar carreteras), con banquetas de concreto y un alargado parque con iluminación nocturna. Contaba con una inagotable dotación de agua (que provenía de los reservorios elevados de Chapultepec y de pozos artesianos propios), con un perfecto sistema de drenaje que hacía imposibles las inundaciones y exaltaba contar con “su propia zona comercial con un inmueble conveniente para tal efecto” (el edificio fue diseño del arquitecto Francisco Serrano y que hoy conocemos como Polanquito), la Torre Reloj, un teatro al aire libre y predios dispuestos para hoteles y un cine.
Los comercializadores hacían notar a sus potenciales compradores el inmejorable suelo del fraccionamiento “con una magnífica capa de tierra negra para sus jardines e inmejorable subsuelo tepetatoso (sic) que permitirá una perfecta estabilidad para los cimientos de su casa”.
“De la Lama y Basurto” era una mancuerna de desarrolladores urbanos que gracias las habilidades de José G. De la Lama y la visión financiera de Raúl A. Basurto urbanizaron y comercializaron varios fraccionamientos en la Ciudad de México, así como en los estados de Guanajuato, México y Morelos. Destacan los fraccionamientos Insurgentes Hipódromo (comercializadora de los terrenos del Hipódromo de la Condesa) Lomas de Chapultepec (retomando Chapultepec Heights), Polanco y Lomas de Vista Hermosa.
Urbanización moderna
Según lo atestigua una placa en el obelisco que da acceso al fraccionamiento, esa primera sección sería inaugurada en 1938 a nombre del General y Presidente Lázaro Cárdenas por José Suirob –el entonces Jefe del Departamento Central del Distrito Federal– con obras de arquitectura a cargo de Enrique Aragón Echeagaray, que incorporaba al diseño de un parque con más de 50,000 m² jardinados, una torre palomar con reloj de cuatro caras y carrillón, lago con acuario en una isla, un par de estanques a manera de espejo para jugar con barcos, una enorme pajarera que competía con las de Chapultepec y la concha acústica del teatro al aire libre, erigido siguiendo el boom que en California había generado el Hollywood Bowl, que se continuó con el éxito del foro abierto de la Colonia Hipódromo de la Condesa.
Las calles eran amplias, con doble sentido y con espacio para estacionarse –de hecho, todas marcadas como Avenida–, contenían banquetas y jardines a ambos lados del andador. El reglamento exigía a los propietarios dejar rejas que permitieran ver el jardín que de manera obligada se establecía al frente de cada casa.
Los terrenos promediaban un área de 450 m², aunque las cabeceras de manzana presentaban lotes de hasta 900 m², reservándose algunos para edificios de departamentos, aunque especificando que las casas con frente al parque y avenida de acceso se debían edificar con una arquitectura colonial que estaba entonces de moda siguiendo la práctica norteamericana de lo que allá se llamaba spanish colonial revival y acá conocíamos como arquitectura californiana o neocolonial.
Para 1941 comenzó la urbanización de la zona entre lo que hoy llamamos avenidas Presidente Masaryk (que se conocía como la calzada de la Piedra Redonda o Calzada de Los Morales, que comunicaba el Casco de la Hacienda con el Rancho de Anzures y la Hacienda de La Teja, y que en 1938 se bautizó como Avenida Salomón) y Ejército Nacional iniciando en la sección oriente, prolongando las calles de Spencer, Taine, Schiller, Hegel y Lamartine, y cambiando el nombre de la Calzada del Paredón que venía de Chapultepec para homenajear a Arquímedes de Siracusa.
Ya para 1945, debido al éxito del fraccionamiento, se subdividieron los terrenos de la sección Polanco-Reforma –pavimentando calles y dotándolos de nueva infraestructura– desde Arquímedes hasta Moliére y se trazó una nueva avenida con andador y parque dedicados a “Las Américas Unidas” y que hoy conocemos como Avenida Horacio, aunque por un período recibió el nombre de Avenida Cedros por los grandes árboles que la familia Cuevas había plantado ahí.
1958 | 1964 | 1965 | 2018 |
Este era el avance a septiembre de las obras iniciales del Museo Nacional de Antropología. | A principios de ese año, ya se reconoce el esquema del museo donde se destaca la estructura metálica del paraguas del patio principal y la techumbre del vestíbulo principal. | En septiembre de ese año podían verse, en la parte de atrás, los lagos del Bosque de Chapultepec. | Es el museo más concurrido de México. Cada año lo disfrutan hasta 2.3 millones de visitantes. |
Edificaciones relevantes
Además, frente a ese nuevo parque central, se cedió un amplio terreno para la edificación de un templo católico a la orden de la congregación Agustina de México. Durante los años 60, la totalidad de la superficie de la sección poniente se fraccionó y urbanizó, incluso había un galgódromo que había subsistido entre las ahora calles de Blas Pascal y Luis Vives, que se integró a la traza urbana.
En aquellos terrenos de Polanco aparecieron al paso del tiempo innumerables edificios relevantes, destacando desde luego las residencias californianas frente al parque central del fraccionamiento (sitio que desde 1966 llamamos Parque Lincoln luego de que Lyndon B. Johnson y su esposa Lady Bird Taylor Johnson develaran el 15 de Abril una estatua dedicada al ex presidente norteamericano) o las enormes residencias de figuras públicas como el secretario de la Defensa, Joaquín Amaro, y el general y gobernador Maximino Ávila Camacho con un frente a Homero.
Importante es nombrar algunos edificios educativos como el Conservatorio Nacional de Música (proyecto del arquitecto Mario Pani, edificado entre 1946 y 47 sobre los terrenos expropiados a la sociedad hípica alemana en 1944), el Liceo Franco Mexicano (proyecto encabezado por el señor LeBrun y a cargo del arquitecto Vladimir Kaspé, edificado entre 1950 y 1958, y ampliado por Guillermo Rossel De la Lama en 1965) que dieron a Polanco una disposición arquitectónica moderna.
Se debe mencionar otras edificaciones relevantes como la torre de Seguros Monterrey o el Puerto de Liverpool, que marcaron el inicio del auge comercial en Masaryk y Horacio (el primero, edificado en 1962 con proyecto a cargo de Enrique De la Mora y Palomar; el segundo, edificado en 1970 a cargo de Max Michel Suberville).
Finalmente, hay que mencionar otros hitos urbanos como el Hotel Presidente Chapultepec (hoy Intercontinental) que modificó por completo la forma de entender Polanco visto desde Chapultepec y Reforma (con un proyecto originario a cargo de los arquitectos Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers de 1973 hasta 1976) o las Torres del desarrollo Residencial del Bosque, con sus dos atalayas Del Parque y Polanco edificadas entre 1994 y 2000, respectivamente, por Grupo Ideurban, siguiendo un proyecto del arquitecto César Pelli.
Cambios en dinámica
Luego de los sismos de 1985, buena parte de la Ciudad de México sufrió un cambio urbano y muchas áreas –incluida Polanco– vieron una metamorfosis en la dinámica del uso de suelo. En buena medida, gracias a los Planes Parciales de Desarrollo Urbano que se implementaron desde 1992 y en particular en el “Zedec Polanco”, la sección central del fraccionamiento mantuvo una evolución con cierta homogeneidad, y aunque muchas de sus edificaciones originales han desaparecido, la vocación de Polanco sigue siendo parcialmente habitacional.
Con la aprobación de la versión de 2014 del Plan Parcial de Desarrollo Urbano Polanco (PPDUP), parte de esa vocación persiste, aunque con la liberación de alturas en una avenida como Arquímedes, la dinámica urbana tiende a transformarse, sobre todo en el lindero que es la Avenida del Ejército Nacional Mexicano.
Joaquín Amaro Domínguez fue Secretario de Guerra durante las Presidencias de Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil y Pascual Ortiz Rubio. Su labor al frente del Ejército Mexicano, de 1924 a 1931, culminó en un plan para la renovación de jefes y tropas surgidos de la Revolución Mexicana y con el rediseño de los sistemas de enseñanza al interior de la institución. En 1933, sobre terrenos aledaños a la nueva Colonia del Bosque de Chapultepec que promovía el señor Cuevas Lascurain, edificó una casa siguiendo un proyecto del joven arquitecto Manuel Giraud (ver fotografía de la Casa Amaro). En la parte de arriba hay una panorámica completa de la casa Amaro en el número 1 de la Calzada de la Exposición y junto a la que desde 1938 se desarrolló el fraccionamiento Chapultepec-Polanco.
En esos terrenos de lo que fue la casa del general Joaquín Amaro actualmente encontramos las calles de Andrés Bello y Jorge Elliot, así como los hoteles W y JW Mariott, las torres del Condominio Presidente Reforma, Torre Forum y otras ocho edificaciones.
Sobre la avenida Rocafuerte (ahora Homero) en el número 1109, entre las calles dedicadas a Edgar Allan Poe y Pedro Calderón de la Barca, se edificó entre 1942 y 1944, una majestuosa residencia que pasó al imaginario popular como “La mansión maldita”.
Ahí se filmaron los exteriores de la película “El Ángel Exterminador” dirigida por Luis Buñuel. El propietario original de la casa, Maximino Ávila Camacho, fue un militar y político mexicano, hermano mayor del presidente Manuel Ávila Camacho. Además de haber sido gobernador de Puebla, ocupó el cargo de Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el gobierno de su hermano. Ésta se ubicó, desde 1962, en la esquina que forman Homero y Calderón de la Barca. En la actualidad, aunque habiendo perdido parte del terreno original, la casa es parte central de un desarrollo residencial.
1932 | 1937 | 1955 | 1957 | 1958 | 1968 |
En la colonia Chapultepec Heights el 12 de octubre de 1924, se colocó la primera piedra del nuevo Sanatorio Español. En 1932 se llevó a cabo la inauguración como Sanatorio de la Beneficiencia Española. | Originalmente, la Torre del Reloj fue un palomar, como parte del proyecto de urbanización de 1937. Fue edificada por el arquitecto Enrique Aragón Echegaray. En 1992 se convirtió en galería. | La edificación del Auditorio Nacional llevó 4 años. La inauguración fue el 25 de junio de 1952, pero los trabajos de construcción concluyeron hasta 1955, cuando dejó de llamarse Auditorio Municipal para tomar su nombre actual. |
Mariano Escobedo 501. Posterior al terremono de 1957, se edificó un conjunto de uso mixto, proyecto del arquitecto Esteban Walker. |
Proyecto de Vladimir Kaspé en 1958. Fue uno de los primeros edificios multifamiliares en la zona. Marcó pauta a seguir en futuras construcciones en la CDMX. | El Hotel Camino Real de la Ciudad de México, es quizá, la obra clásica por excelencia del notable arquitecto Ricardo Legorreta. Fue inaugurado el 25 de julio de 1968 como hotel-museo, definido así por él. |
La periferia es relevante
Hacia el norte de Polanco, que desde 1920 había visto nacer varias fábricas gracias a la transferencia que ofrecía la línea del Ferrocarril de Cuernavaca –y que aprovechaba parte del trazo que desde el siglo XIX se había hecho para el ferrocarril Decauville de la Hacienda de los morales –ahora parte del Parque lineal–, se asentaron fábricas como Harinas Elizondo, la planta armadora de General Motors, la Colgate Palmolive, General Popo, Levaduras Azteca, Cervecería Modelo de México y Automex o DM Nacional, en cuyos amplios terrenos se ha dado desde el año 2000 el espectacular crecimiento que las colonias Granada, Irrigación y Anzures han sostenido y que en muchos casos parecerían ansiar llamarse como Nuevo Polanco.
Aunque nominalmente no forman parte de ese Polanco de los años 40, son de destacar las transformaciones que se hicieron a los terrenos de la colonia Granada y su ampliación, con frentes a las Avenidas Ejército Nacional y Río San Joaquín, donde aparecieron Parques Polanco, Miyana Polanco, el exitoso conjunto Antara Polanco y Plaza Carso con el Museo Soumaya o Grand Polanco, y predios más alejados hacia el norte, donde aparece Ventanas Polanco y se edifica Polárea, en la zona donde se asentará la Embajada de los Estados Unidos.
El perímetro de Polanco cuenta con varios de los museos más notables en la ciudad, incluyendo el extraordinario Castillo que acoge el Museo Nacional de Historia en Chapultepec, en el que la vista hacia Polanco es espectacular, además del Museo Nacional de Antropología, Museo de Arte Moderno y Rufino Tamayo. Al norte, la oferta se complementa con los nuevos museos Jumex y Soumaya; en el fraccionamiento está la Sala de Arte Público Siqueiros en la casa que habitó el artista. La oferta de entretenimiento se enriquece con innumerables salas cinematográficas e incluye además a los Teatros Telcel y Moliére, que se complementa con los recintos del Centro Cultural del Bosque y el espectacular Auditorio Nacional.
Hacia el sur, la transformación de la Avenida de los Campos Elíseos ha sido sorprendente, al pasar de ser una tranquila vía residencial a ser un conjunto hotelero. La Avenida Rubén Darío tiene ahora algunos de los edificios que pueden presumir las mejores panorámicas hacia Chapultepec. Al otro lado, sobre la Avenida Ejército Nacional, Polanco cuenta hacia el norte con la inmediatez de conjunto hospitalario de lo que fuera la Beneficencia Española y las instalaciones deportivas del Club Mundet.
El valor de estas urbanizaciones es sorprendente. En parte han modificado radicalmente la manera en que se comporta el mercado inmobiliario desde aquel viejo fraccionamiento de 1938, que se llamó Chapultepec-Polanco, que pasó por un pequeño rancho del siglo XVII, muy cercano a Chapultepec.
Texto Rafael Fierro
Foto: POLANCO AYER Y HOY / Colección de Rafael Fierro